RAFAEL, enhorabuena por tus ganas de vivir. Eres tenacidad e ilusión. Tienes mejor aspecto que la España oficial, que carece de esas virtudes, y que está a la deriva por falta de liderazgo, vapuleada internacionalmente por su inacción cainita. Tienes mejor cara que Zapatero y que Rajoy, los números uno peor estimados de la era democrática, representantes de una clase política tan estúpida que pone en peligro el presente y el futuro de todo el país para muchos años si acabamos perdiendo contacto con el pelotón de cabeza de la Europa unida. Tu madre, doña Juana, lo tiene tan claro como tú: Tomás Gómez Cía for president. En La Moncloa necesitamos cirujanos como el que dirige un gran equipo médico en el Hospital Virgen del Rocío, que no se arredra ante los retos difíciles y ante las malformaciones del poder que se solaza con boberías.

Rafael, vamos a sacar a España de la desolación a pesar de ellos, tan rodeados de asesores de imagen y tan penosa imagen como están dando. Cuando en Castilleja de la Cuesta, donde te conocen como cuponero, vayas desarrollando tu capacidad maxilofacial para socializarte con nuevos bríos, puedes protagonizar una cumbre de las que no decepciona. Concierta una cita con un aparcacoches de Lebrija que padece minusvalía en su órgano auditivo. Se encontró ayer un cheque al portador de 2.965 euros y se lo entregó a la Policía Local. Un patriota de la revolución siempre pendiente: la de la honestidad. Otro ciudadano con menos cara que Gerardo Díaz Ferrán, el patrón de la patronal, que en cuestiones de dineros tiene otro talante.

Rafael, seguro que tú y el aparcacoches lebrijano llegábais a más acuerdos para administrar mejor la Hacienda pública, dando ejemplo de sacrificio, recorte de gastos y redoble de esfuerzos. No has tenido miedo a una posible pérdida de identidad a la hora de ponerte en manos de expertos para que hicieran lo nunca visto. Hasta que España no haga lo mismo que tú, lo vamos a pasar mal.