DENTRO de la ensalada de premios, pregones, demás parientes y afectos, casi a la misma hora que le daban a Dávila el Manolo Vázquez del Aero, departían Roca Rey y López Simón en el Salón de Carteles y recibía Martín Pareja Obregón un homenaje en el Colón. Poco antes en el Ateneo estábamos en el pregón de Los 13, al que íbamos a favor de querencia, a rebufo de la amistad, y la verdad es que salimos muy contentos de habernos conocido. No fue un pregón al uso el del hijo de aquel Trifón que conquistó el Arenal a base de madrugones y de semanas sin domingo. Lo que Rogelio hizo en el Ateneo fue pegarse un paseo por su vida, por el Arenal y por el toreo bajo la inquebrantable fe en su particular BBC de baratillero, bético y currista. Todo ese manojito de sevillanía lució con la banda sonora de Soria 9, que, de pitón a rabo, sonó a gloria en la Docta Casa.