QUIÉN sabe? Quizá el Sevilla tenga ya tres puntos en la Europa League después de haber perdido el partido. ¿Quién sabe? Quizá esos tres puntos sirvan para que el Sevilla pase a la siguiente fase y prolongue su estancia europea. ¿Quién sabe? Quizá esos tres puntos de despacho sirvan a algunos para ocultar que el equipo de Antonio Álvarez no mereció ganar ese encuentro, que el equipo de Antonio Álvarez no termina de arrancar en Europa, que al equipo de Antonio Álvarez le falta un punto, una chispa, un patrón, un mucho.

La rendija está abierta y bien hace el club del Ramón Sánchez-Pizjuán en denunciar una presumible trampa. La ley es para todos y si resulta cierto que el tal Edel Apoula se llama Ambroise Beyama y resulta cierto que no tiene 24 años sino 29 la cosa se llama alineación indebida de un jugador que ha tenido mucho que ver en el devenir y resultado final del encuentro. Es decir, triunfo y tres puntitos para los que sí cumplieron la ley.

No obstante, nadie debería esconder la cabeza tras los números. Es significativo que el Arsenal le metiera el otro día seis al equipo que echó al Sevilla de la Liga de Campeones allá por agosto y que fue capaz de marcar cuatro goles en Nervión. Y es muy significativo que un muy discretito PSG pudiese también asaltar la guarida sevillista. Y es que Luis Fabiano parece estar en otra cosa, si es que está, Kanoute, desgraciadamente, ya no el mismo que hace dos años, Zokora no tiene capacidad para ser el sostén del centro del campo nervionense y la defensa necesita ajustes más que urgentes, como bien se pudo comprobar ayer en el gol del Málaga. Para colmo, la lesión de Jesús Navas aparece como el apocalipsis, dada la situación actual del bloque. Aún es septiembre y hay mucho tiempo aún para rectificar lo que hay que rectificar, que no es poco. Porque no siempre se van a poder ganar los partidos en los despachos.