Ccon ser romero... Y nada, que la margarita no se entera. Mira que le pasa veces y veces, que imagina convertirse en otra cosa diferente de la que es pero, al final, nada de nada. Moraleja: contra la naturaleza, no se puede luchar. Como se habrán enterado por los medios, hasta hoy domingo se está celebrando en Sevilla el Salón Internacional de la Moda Flamenca, certamen por el que han pasado modelos invitadas como Elisabeth Reyes a quien, en los últimos tiempos, se ha relacionado sentimentalmente con Fran Rivera. Éste, amante de la mujer por naturaleza -es decir, mujeriego-, desplegó sus armas de seducción sobre la malagueña y la enamoró con la misma rapidez que, por lo visto, ha puesto su romance en entredicho. Así, mientras ella afirma que se ambos se están conociendo, él asegura que, de noviazgo, nada de nada. ¿Guardará el último pétalo de "Miss Margarita" un "te quiero" o reservará un poco esperanzador "no te quiero"? Todo es posible. La fuerza de las flores, tan pequeñitas y en apariencia indefensas, puede resultar sorprendente y ni tan siquiera la lluvia consigue arrancar sus sólidas raíces. Es el caso de Carla Pereira, encantadora novia desde hace nueve meses de Joaquín Cortés que, esta semana, me contaba durante la inauguración de una tienda de Rosa Clará en Toledo, lo poco firmes que son los rumores que aseguran su ruptura con el bailarín. Dotando a su amor de una mayor solidez cada día que pasa, la modelo argentina no sólo me alabó las excelencias de la ropa de fiesta de la diseñadora catalana sino que incluso profundizó en cuestiones de pareja como que no se considera una mujer celosa, que sus planes son estar bien, que Joaquín es más cariñoso en el trato íntimo o que uno al otro se apoyan en sus respectivas carreras. En este sentido, es probable que pronto veamos a Carla en algún canal de televisión puesto que, en la actualidad, tantea diversas ofertas que la conviertan, además de "novia de famoso", en presentadora. Ahora, que se olviden de ella los del baile porque, ni tango, ni flamenco. Esta mujer sabe donde pisa y no piensa tropezar tan pronto.