EL Íbex 35 sigue empeñado en demostrar que las dudas que se ciernen sobre los mercados bursátiles no tienen fundamento. Ayer registró un subidón y estuvo a punto de tocar el techo anual, del 6 de enero (9.724 puntos). Sin embargo, la apertura de Wall Street no sentó demasiado bien y el selectivo terminó con un alza del 1,37%, hasta los 9.627,60 puntos.

Y es que aunque hay indicadores que apuntan a la recuperación de la economía, otros siguen arrojando dudas. Es el caso de la inflación, que en mayo cayó un 0,9% y se situó en su mínimo histórico. Con todo, el mercado de renta variable nacional sigue superando al resto de plazas europeas. El Dax alemán subió un 1,07%, el FT100 londinense un 0,73%, y el Cac parisino un 0,56%.

Dentro del selectivo español, Inditex lideró las ganancias con un avance del 5,12% pese a reducir su beneficio neto un 16% hasta marzo. Le siguieron Mapfre y Arcelor Mittal, ambos con un repunte del 3,63%, y Grifols (2,91%).

A continuación se situó Santander, con una subida del 2,58%. La entidad que preside Emilio Botín encabezó una buena jornada para los valores financieros después de que se difundiera que emitirá 2.000 millones de euros en participaciones preferentes al 5,75%. BBVA sumó un 2,12% y, entre la banca mediana, Popular ganó un 2,05%, Banesto un 1,21% y Sabadell un 0,88%. Mientras, Bankinter sigue remando a contracorriente y cerró la tabla con un recorte del 3%. Sólo Telecinco se le acercó, al caer un 2,31%.

El resto de blue chips también tuvo una buena jornada, especialmente Repsol, que sumó un 2,41%. Telefónica se anotó un 0,52% e Iberdrola un 0,42%. La filial de renovables de la eléctrica celebró junta de accionistas y, aunque aprobó el primer dividendo de su historia, se inclinó por el lado negativo (-0,30%).

El barril de Brent superó los 70 dólares y el euro se cambió a 1,39 dólares.