VIENDO en estos días cómo aparece frecuentemente Venecia a causa de su festival de cine y viendo cada dos por tres la palabra Arsenale, nombre de la zona veneciana en que se celebra, parada de vaporetto incluida, más me extraña ver cómo le impiden a una comerciante sevillana utilizar dicha palabra. Lo ha vetado el club de fútbol Arsenal y los tribunales han confirmado tal prohibición para sorpresa general. No se comprende que haya podido ocurrir y con esto se justifica mucha de la picaresca que se da en el Registro de Patentes. Sé de gente que es capaz de patentar la Biblia a ver si cuela, pícaros que registran todo lo que se le ocurre a ver si mañana hay ocasión de pegar el mangazo. Argumentos televisivos hay quien patenta aun a sabiendas de que no tendrán salida y todo es cuestión de esperar a que alguien publique algo parecido para reclamar. Rinconete y hasta Cortadillo sienten envidia.