AObama sólo le falta que le atribuyan poderes sobrenatuarles o condición de santidad, tales son las expectativas mesiánicas que despierta el Papa negro en quienes creen que una sola persona va a multiplicar los panes y los peces para acabar con la crisis económica antes de que las muñecas de Famosa se dirijan al portal. La memorable victoria de Obama reforma nuestro calendario: el año 2009 no comenzará con doce uvas en la mano y viendo en la tele a Igartiburu, sino en la noche del 20 de enero, con la toma de posesión del nuevo héroe al pie del Capitolio. Qué larga se va a hacer la cuesta posnavideña hasta que dé inicio ese periodo de cien días de gracia. Dos cuaresmas y media en las que soñar con huir de la quema.

En Sevilla se hablaba ayer de Obama y de las dos crisis globales que se superponen. Artemio del Corral, de Cajasur, preocupó a los presentes en una jornada de la Cámara de Comercio, al explicar que el aumento de la morosidad está rompiendo todos los pronósticos. A su juicio, si no se pone remedio pronto de modo drástico, muchas empresas van a languidecer. No obstante, para sentirse con el agua al cuello, fue más impactante la ponencia del prestigioso científico Antonio Ruiz de Elvira, uno de los grandes expertos españoles en cambio climático. En un seminario de la Fundación Focus sobre expertos en el mercado de carbono, dio detalles de la gravedad de la amenaza del cambio climático para Andalucía occidental si se confirmara la predicción del deshielo de Groenlandia. El nivel del mar convertiría a Sevilla en una Venecia donde el agua sobrepasaría el altar mayor de la Catedral.

Obama tiene la urgencia histórica de recomponer el capitalismo y aminorar un periodo de empobrecimiento que puede durar hasta siete años. Pero la crisis medioambiental es mucho más importante, porque su onda expansiva deja huella durante mil años. Y Obama sólo puede vivir ocho en la Casa Blanca si repite victoria.