USTED, ¿qué uso le daría al tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes? Ha llegado cuando España ya no tiene Imperio pero otra vez se pone en manos de banqueros alemanes para financiar nuestras deudas y la falta de dinero. El tesoro de la fragata es patrimonio histórico. Pero si de mí dependiera, sólo reservaría el 0,5% de las monedas como piezas de museo y símbolo nacional. Dando por buena la cifra de 595.000 monedas, con 2.975 hay de sobra como tesoro histórico para el Estado y para su reparto en museos e instituciones ligados a la Historia, a la Corona y a la Marina.

¿Y con el resto? Mi propuesta se basa en aprender de la Historia. Yo pondría a la venta el 99,5% del tesoro. Y el 10% de la recaudación lo invertiría en rigurosos y auditados proyectos de cooperación y desarrollo en los territorios de América Latina colonizados por España, de los que extrajimos materias primas como el oro y la plata de esas monedas. Qué mejor momento ahora, con el Bicentenario de la Constitución de 1812, cuando derechos y libertades emprendieron desde Cádiz un viaje de ida y vuelta hacia la independencia y la igualdad, para que España haga Historia Contemporánea con quienes comparten el tesoro de la Lengua.

El 90% de los beneficios obtenidos por la subasta los invertiría en España no para distribuirlo en limosnas sino para construir el verdadero Dorado de los países con más bienestar: la Sociedad del Conocimiento. Eso que hemos despreciado durante siglos, dedicados a la avaricia que rompe el saco, y a ahuyentar el libre pensamiento. Elíjanse mediante una comisión de sabios irreprochables los 100 proyectos de investigación científica, tecnológica y sanitaria de primer nivel mundial que más nos hacen falta desarrollar para tener un futuro próspero, y a por ellos, oé, con estricto control que evite la corrupción. Dediquemos por fin el dinero a lo que más rendimiento y mejor empleo genera, el saber, y no a tirarlo por la borda con pólvora de rey.