La ciudad y los días

Carlos Colón

Los discursos de Iowa y Chicago

ALGÚN día la historia se referirá a los discursos de Obama tras sus dos victorias en las primarias y en las presidenciales simplemente como el Discurso de Iowa y el Discurso de Chicago, situándolos a la altura del de Lincoln en Gettysburg en 1863 ("Hace ocho décadas y siete años nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación, concebida en la Libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales…") y los de las investiduras presidenciales de Roosevelt en 1933 ("Esta nación va a salir adelante como lo ha hecho hasta ahora; va a volver a revivir, va a tener éxito. Como primera medida permítanme manifestar esta firme convicción: lo único que debemos temer es el temor mismo…") y de Kennedy en 1961 ("Compatriotas: preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país. Conciudadanos del mundo: preguntad, no qué pueden hacer por vosotros los Estados Unidos de América, sino qué podremos hacer juntos por la libertad del hombre…").

En Iowa Obama dijo: "Dentro de unos años, cuando hayamos hecho los cambios en los que creemos, seréis capaces de volver con orgullo la vista atrás y decir que fue éste el momento y éste el lugar en que Estados Unidos recordó lo que significa tener esperanza… La esperanza es lo que me ha conducido hasta aquí, con un padre de Kenia, una madre de Kansas y una historia que sólo podría ocurrir en los Estados Unidos. La esperanza es el cimiento de este país, la creencia de que nuestro destino no será escrito para nosotros, sino por nosotros; por todos los hombres y mujeres que no se conforman con el mundo tal como es, sino que tienen el valor de rehacerlo tal como debería ser... Juntos, las personas corrientes podemos hacer cosas extraordinarias; porque no somos una colección de estados demócratas y estados republicanos, somos los Estados Unidos de América".

Y en Chicago concluyó: "Si todavía queda alguien por ahí que aún duda que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, quien todavía se pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros tiempos, quien todavía cuestiona la fuerza de nuestra democracia, esta noche es su respuesta…".

Algún día, si la conspiración no lo frena y su inteligencia y astucia logran aunar con eficacia idealismo y pragmatismo, Obama, además de por ser el primer presidente negro, será recordado, como los tres grandes presidentes citados, por haberle devuelto a los Estados Unidos de América la lealtad para con su origen constitucional que fundó el ideal de la tierra de la libertad y la promesa.

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