La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Los fachas de Ferraz

El PP ha ‘descubierto’ la adrenalina de la calle y los ‘Todo a 1 euro’ de Madrid, el filón de la venta de banderas

No hay tiendas más versátiles y con más visión que los Todo a un euro de los chinos. No es ninguna ironía ni lo escribo mirando a nadie por encima del hombro. En Madrid han encontrado un filón sacando en serie reproducciones gigantes de la bandera española. Vistosas y baratas. De la pesadilla de Halloween pasábamos a las fiestas de Carnaval sin más nicho de negocio que el derroche hortera de las luces de Navidad. Pero entonces llegó el PP y descubrió la adrenalina de la calle...

Reconozco que no hice bien mi trabajo (de periodista): ni me paré ni les pregunté. Mi único objetivo era llegar rápido al restaurante donde había quedado para cenar sorteando a la gente que se agolpaba delante de la iglesia. Me contaron, después, que es así cada día. Rezan la novena, sale el cura y los bendice y ellos claman sus consignas contra el presidente del Gobierno a un puñado de metros de Ferraz. Ocupan todo el cruce. No es posible evitarlos; solo pasar rápido sin sucumbir a sus aspavientos heroicos de patrioterismo.

No son siete u ocho; son ochenta. Parece gente normal transfigurada de anormal. Hace tiempo en realidad que perdí la noción de lo que es “ser normal” en este país. Les cabrea la ley de amnistía; a mí también. Y tal vez por las mismas razones que les ocurrirá a miles de españoles, de derechas pero también de izquierdas, que creen en un parlamentarismo sin chantajes y en un sentido demócrata de la justicia aplicable (con todas sus consecuencias) a Carles Puigdemont.

Llegamos aquí a la campaña contra #PerroSánchez y a mi escapada de turismo político por Madrid. No se la aconsejo. Es un calvario; el clima de tensión y crispación en este país se está volviendo irrespirable. En junio hay elecciones en la UE y hay sondeos (uno en concreto del Consejo Europeo) que prevé la victoria de la extrema derecha hasta en nueve países. En Francia es Le Pen quien está capitalizando el hartazgo (la furia) del campo con la rebelión de agricultores y ganaderos y es su nuevo primer ministro, el jovencísimo y supuestamente izquierdista Gabriel Attal, quien se ha estrenado en el cargo practicando populismo de trincheras contra los transportistas españoles. Eso siempre vende; y distrae.

No es otro tema. Todo son vasos comunicantes. Son las consecuencias de echar leña al fuego. De forma irresponsable. Y se está haciendo de forma literal (en Francia) y figurada (en el Congreso). ¿La ley de amnistía? Ni sí ni no y vuelta a empezar. Un suplicio. Hasta para ellos.

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