TIEMPO El último fin de semana de abril llega a Sevilla con lluvia

DERBI Horario y dónde ver el Betis-Sevilla

PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

Un impuesto maloliente

LA noticia más comentada ayer por los lectores en la web era el informe de nuestra compañera Noelia Márquez sobre el incivismo de tantos sevillanos que no limpian los excrementos de sus perros y los convierten en mojones del callejero. Un tema de los que prenden fácilmente la mecha de la controversia, más aún si el gerente de Lipasam, Rafael Pineda, lanza el globo sonda de crear un impuesto por tenencia de perros para sufragar el zafarrancho que es menester en las guarreadas aceras. Ese globo se puede desinflar con la misma facilidad con la que tanta gente pasa de agacharse y recoger las heces caninas, aunque haya una ordenanza municipal que multe el incívico comportamiento.

Siempre es un error buscarle solución a los problemas mediante el método de que paguen justos por pecadores. Hay propietarios de perros que los tienen en perfecto estado de revista y se preocupan de no dejar rastro de las necesidades fisiológicas de sus animales. Ciertamente son los menos, pero si, tras cumplir con su obligación, se les multa con un impuesto que les iguala a los maleducados, de inmediato le endosarán la recogida a los empleados de Lipasam, como el resto.

Es el mismo clavo que el canon digital, penalizar a todos por si acaso. Por esa regla de tres, hay que crear un impuesto que grave más el tabaco, por la costumbre que tiene parte de la población fumadora de tirar colillas al suelo. Y otro por aparcar, para los gastos de la grúa por mor de quienes aparcan en doble fila. Y un impuesto por comprar envases de cristal, para penalizar a quienes los reciclan y sufragar la necesidad de limpieza que generan quienes rompen botellas al burraquear.

No culpemos a los perros. Denunciemos cívicamente a los irresponsables vecinos para que cumplan con su obligación. No tienen excusa, son ellos los que deben procurarse las bolsas. Ellos son el impuesto maloliente que pagamos a diario: fijar la vista en el acerado para ir sorteando su tarjeta de visita.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios