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Luis Carlos Peris

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Parece un sarcasmo que sea el presidente del Barça el que acuse a Florentino de romper el mercado

ACUSA Laporta a Florentino de romper el mercado con el fichaje de Kaká. Ocurre que siempre habla quien menos debe, pero lo cierto es que en estos momentos que vivimos, con las calles llenas de manifestantes protestando contra la ola de paro que nos invade, surgen cifras indecentes, cifras ciertamente sangrantes. Son las mismas cifras de cuando Florentino le birló al Barça a su gran estrella, el portugués Figo, o Zidane a la Juventus de los Agnelli, pero la situación ha cambiado y deberían ser los mandarines del fútbol algo más cautelosos a la hora de airear unos dineros que, por lo visto, sólo existen en el fútbol.

Ahora que se arguye por los que dicen que saben de esto que el dinero desapareció sin saberse cómo no es normal que se ofrezca lo que se está ofreciendo por un futbolista. Es todo esto un agravio comparativo que lacera el sentimiento de las personas normales y que puede incitar a la violencia del que se quedó sin puesto de trabajo. Y en el corazón de toda esta historia surge el fariseísmo en la persona del presidente de un club que hace un año pagó una barbaridad por un defensa. Ya, ya sé que Daniel Alves no es sólo un defensa, pero también es una forma de romper el mercado ese trasvase del polivalente brasileño desde Nervión a la Diagonal.

Kaká, Cristiano Ronaldo, Forlán, Villa, Silva, una constelación de estrellas para configurar un nuevo Real Madrid galáctico. No serán todos, pero con dos o tres de esos hay como para reflotar un puñado de empresas. No pretendo hacer demagogia con lo que digo, sino fruto de la estupefacción ante una situación que no debiera ser permitida por la autoridad vigente. Dice Laporta que Florentino rompe el mercado del fútbol, que debe ser el único mercado que aún no saltó por los aires. Archiconocido es que la mujer del César no sólo debe ser buena, sino también parecerlo, y no parece que estas cifras contribuyan a que las cosas sean como deben ser.

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