Ignacio Martínez

"Los localismos y personalismos han bloqueado el desarrollo andaluz"

Antonio LuqueEl director de Hojiblanca sugiere mirar al norte de Europa como modelo contra el minifundismo del cooperativismo agrario l Cree que Antequera de capital habría evitado muchos problemas de la autonomía

HOJIBLANCA no existía en 1982; se empezó a gestar en el 84. Para ponerla en marcha, cuando se constituyó en 1987, los presidentes de las cooperativas fundadoras decidieron contratar a un ingeniero recién titulado, nieto de aceiteros por los cuatro costados. Antonio Luque (Antequera, 1958) aspira a convertirla en un líder mundial.

-¿Qué hacía usted en 1982?

-Terminar la carrera de ingeniero agrónomo en Córdoba.

-¿Tenía alguna aspiración sobre la autonomía?

-En aquel momento, ninguna. Y ahora deberíamos plantearnos la situación, la verdad.

-¿Qué fue lo mejor de los 30 años?

-La esperanza de que podíamos mejorar.

-¿Cómo era el sector del aceite de oliva en 1982?

-Un sector totalmente regulado e intervenido, donde no se potenciaba la calidad. Se producía pensando en el precio de intervención.

-Han sido 30 años de vértigo.

-Sobre todo desde la entrada en la Comunidad Europea en 1986. Ha habido un desarrollo espectacular de nuestras producciones, al amparo de una buena PAC en los primeros años de nuestra incorporación; la producción ha pasado de 500.000 a 1.400.000 toneladas.

-Habla de España.

-Sí. Andalucía ha pasado de 420.000 a 1.240.000 toneladas.

-¿Por qué Andalucía, la primera potencia mundial en aceite de oliva, sigue vendiendo el 80% de su producción a granel?

-Por nuestra propia desorganización y porque no hemos sido capaces de estructurarnos para participar en la comercialización.

-¿De quién es la culpa?

-Nuestra y de todos los que han frenado, y frenan, cualquier intento de superar esta situación por intereses personales o políticos.

-Señale a alguien.

-Ha frenado el propio sector y otra gente. Estoy pensando en delegados de Agricultura de la Junta en alguna provincia, en responsables de determinadas cooperativas, en dirigentes de alguna organización agraria. De todo ha habido, es un colectivo muy amplio.

-¿Cómo se puede conseguir que el valor añadido se quede aquí?

-Con empresas de dimensión suficiente, dueñas de marcas potentes, que inviertan en promoción y desarrollen innovación. Optimizando recursos públicos, olvidándose de localismos y personalismos. Y si sus dueños son los olivareros, mejor.

-Es consejero de Cajamar. ¿Cómo ve el sistema financiero andaluz?

-En cajas de ahorros, no sé si quedará alguna andaluza o habrá algún banco más global. Las rurales tienen solvencia, pero les puede faltar dimensión. Lo ideal sería que se vayan uniendo en un grupo cooperativo lo más grande posible.

-¿Una caja única habría sido buen instrumento para el desarrollo?

-Habría sido positivo una caja con tamaño y dimensión, respaldando proyectos empresariales. Pero los personalismos y los localismos han lastrado también este sector.

-¿Cuáles son las cifras de Hojiblanca?

-Facturamos 400 millones de euros. El grupo, empresas participadas y cooperativas tienen unos 1.500 empleos. Hay cooperativas de Jaén, Málaga, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Granada, Ciudad Real, Badajoz y Toledo. En aceite tenemos 94 socios, en ganadería tres y en aceituna de mesa 22, muchos de ellos comunes: 50.000 familias de agricultores y ganaderos.

-Usted presidió muchos años las cooperativas agrarias de Andalucía. Un sector minifundista.

-Espero que en el futuro tendremos menos cooperativas con mayor facturación; sólo hay que mirar el modelo del norte de Europa. El problema eran los localismos. Pero ahora son más los personalismos.

-¿Qué dimensión deberían tener las grandes cooperativas?

-La suficiente como para ser líderes en su sector. En el sector oleícola, lo ideal sería una cooperativa que tenga un 25% de la producción mundial; tendría un protagonismo totalmente diferente en el mercado. Andalucía necesita grandes cooperativas agroalimentarias. Es la única manera de conseguir una buena internacionalización, un adecuado trabajo en I+D+i y el marketing necesario.

-Si produjese el 25% del aceite mundial, ¿cuánto facturaría?

-Unos 2.000 millones de euros.

-Y ¿cuánto sería embotellado?

-Tres cuartas partes de la producción. Directamente o a través de empresas que fuesen propiedad de la cooperativa, en Estados Unidos, China…

-¿Le dará tiempo a hacerlo?

-En los últimos nueve años hemos doblado producción y facturación cada tres años. Los tres próximos van a ser más difíciles, pero lo vamos a intentar.

-¿Cuáles son los principales logros de la autonomía?

-Las mejoras en infraestructuras y servicios; hospitales, universidades, carreteras…

-¿Y los inconvenientes?

-Tengo la duda sobre si se ha hecho la mejor gestión económica posible. A pesar de la cantidad de dinero público, seguimos siendo la segunda región más pobre de España y de las primeras europeas en paro. No ha habido espíritu emprendedor. Los personalismos y localismos han bloqueado el desarrollo.

-Uno de los pilares de la política económica ha sido la llamada concertación social.

-No conozco en profundidad los beneficios que haya podido tener para Andalucía. Las ayudas deberían darse directamente a empresas y trabajadores para generación de empleo en proyectos viables.

-¿Cree que se ha producido un desarrollo compensado entre las diversas provincias?

-Ha habido comarcas con desarrollos diferentes.

-En Málaga hay un sentimiento de agravio por el 'centralismo sevillano'. ¿Habría ocurrido lo mismo con Antequera de capital?

-Quizá hubiera servido para evitar muchos de los problemas que hemos tenido. No obstante, en 2012 tenemos que pensar en el futuro. Si concebimos un gran proyecto, en un mundo global, no podemos imaginar cada territorio como el centro del universo. En Andalucía no hay empresas con tamaño suficiente para vender en todo el mundo.

-¿Ha habido demasiado peso de lo público en la economía andaluza?

-Es posible que en muchos casos haya habido intervencionismo. Y en algunos momentos ha pesado más la política que la rentabilidad y viabilidad de los proyectos.

-En 26 años en la UE han venido a Andalucía 38.700 millones de euros para producción agraria. ¿Han generado desarrollo?

-Han mejorado la situación en muchos pueblos y han permitido mantener población en el medio rural. Pero no está tan claro que hayan servido para mejorar estructuras comerciales con pocos grupos cooperativos, que garantizaran en el futuro el nivel de renta de miles de agricultores y ganaderos andaluces.

-¿Qué hay que hacer para tener una industria agroalimentaria potente en Andalucía?

-Apoyar decididamente proyectos viables, serios y consolidados que luchen por generar riqueza en el territorio. Todo el mundo habla de que ir a integraciones y a empresas de mayor tamaño, pero todos apoyan su empresa, su territorio, su comarca, o su grupo controlado políticamente o donde tiene su puesto.

-Taifas.

-Hace poco le oí al consejero delegado de Deóleo que su facturación de 1.000 millones de euros es pequeña. Que tenían que crecer. En Andalucía, justificamos procesos de integración de empresas de 20 a 50 millones de euros, sin percatarnos de que con eso fomentamos reinos de taifas. Así no podremos tener grandes grupos con marcas españolas y mundiales, que inviertan en I+D+i, en internacionalización, y que, en definitiva, sean motor económico de Andalucía.

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