JUEGA a favor del cierre del periódico que los Juegos se celebren en China, lugar donde el sol sale seis horas antes que aquí. Todo se celebra con un desfase a nuestro favor de seis horas y si va en beneficio de los horarios mediáticos, no cabe la menor duda de que juega en contra del espectador, de ese aficionado a según qué materia que se ve obligado a pegarse un madrugón de no te menees. Unos madrugones que, como te descuides, te arruinan el periodo vacacional entero y pleno. Pero a los periódicos les viene de cine eso de que a las cuatro de la tarde ya se haya vendido todo el pescado, o casi todo, y que China sea sólo un recuerdo a la hora del vértigo, a esa hora en que los dedos se hacen huéspedes y la rotativa espera con las fauces abiertas en una suerte de cuenta atrás a la que el periodista no termina de habituarse. Es lo que tiene que el sol salga tan pronto en el lugar de autos, que pierde la prisa y gana el madrugón.