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León / Lasa

Aquí no pasa 'ná'

ÉSA, quizá, sea la peor sensación que a uno le queda cuando contempla, aturdido por la noticias, el marasmo en el que andamos metidos. Aquí no pasa , y por supuesto, nadie acaba en el trullo. Resulta que los funcionarios y empleados públicos -que no son lo mismo- andan en pie de guerra -relativa, todo hay que decirlo- por unos recortes que supondrán un ahorro de 2.700 millones de euros. Resulta también que los recortes en educación, con las universidades casi paralizadas coincidiendo con el fin de curso, van a significar unos 3.000 millones de euros, y resulta por último que esos recortes en sanidad ascenderán a 7.000 millones de euros. Todo ello puede ser hasta necesario, según las diferentes explicaciones de políticos, tertulianos, catedráticos varios o chisgarabís de diferente pelaje. Los teutones nos exigen cuadrar las cuentas, pagar las copas consumidas, el Moet y los gin tonic con arándanos y grosellas, esas chorradas contemporáneas; hemos de reducir nuestro déficit, hemos de contener el aumento de la deuda, hemos de dar lanzar señales a los mercados de que vamos a ser buenos chicos, de que no nos vamos a emborrachar más pidiendo el dinero prestado al vecino. Bien. Hasta cierto punto decimos: sea. Por el bien de la ciudadanía, como han dado en bautizar al pueblo llano.

Ahora bien, uno todavía se sorprende cuando lee: a) el boquete que han dejado en Bankia alcanza por el momento los 25.000 millones de euros, casi tres veces el montante de todos los tijeretazos juntos; b) se calcula que los activos tóxicos de los bancos -en plata: los créditos que nunca volverán a ver- suman 250.000 millones de euros, una bomba que estallará en algún momento (y ya conocemos quienes serán las victimas); y c) que nadie haya terminado en cana. El 20 de julio de 2011, hace nada, cuando Bankia salió a Bolsa, el Sr. Rato, antes de tocar la campanita imitando chuscamente a los que cortan el bacalao en Wall Street, declaró: "La salida al mercado de Bankia es un punto de referencia de la economía española". Hoy la acción se desploma cada día sin ver el suelo. Goirigolzarri, el nuevo gestor dice: "No he venido a depurar responsabilidades". Faltaría más. Y remacha: los 25.000 millones son inyecciones de capital a fondo perdido.

No sé si adivinan quienes los van a terminar pagando. Mientras, Blesa, otro ex directivo, se pasea por Madrid en un Ferrari. Y Amorós, responsable de la quebrada CAM, no pilló por poquito una pensión vitalicia de casi 400.000 euros. Y Aurelio Izquierdo, de Bancaja, "acepta" (pillado con el carrito del helado) revisar su prejubilación de 14 millones de euros. Manda collons. ¿Responsabilidades civiles o penales? Quiá, éste es un país de caballeros.

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