EL Partido Popular, que gobierna España desde 2011, celebra desde ayer en Madrid una conferencia política cuyos objetivos son abrir la larga campaña electoral que se avecina y reactivar a una militancia con el ánimo bajo tras las recientes elecciones municipales y autonómicas. Este retroceso ha llevado a sus dirigentes a la convicción de que la mejora de la situación económica y las medidas sociales y fiscales adoptadas en los últimos tiempos, siendo la oferta más importante que presentarán los populares a los electores, pueden no ser suficientes para afrontar con éxito el próximo desafío en las urnas. De ahí que la conferencia política se haya preparado con significativos cambios formales y se han organizado las cosas de manera que se dará visibilidad a un conjunto de nuevos dirigentes, que acaban de ser designados por Mariano Rajoy, representativos de una nueva generación de líderes. Se trata de proyectar un nuevo rostro del Partido Popular, quizás representado con la mayor fidelidad por la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, emblema de la moderación en las filas del partido. El PP tiene ante sí el reto de afrontar una renovación sincera. Esta conferencia puede ser un primer paso.