PARECE que las cosas van tomando forma y que los carteles de las grandes justas en el primer templo de Tauro se acercarán a los gustos de la mayoría. La inquietud por la posibilidad de que las combinaciones de toreros en la Feria próxima fuesen de perfil bajo va disipándose según se filtra desde la sala donde operan Eduardo Canorea y Ramón Valencia. Por lo pronto el desencuentro con Tomás no es tan acusado, pero las condiciones leoninas que suele plantear siguen latentes. Sí cuenta que Morante, Manzanares y El Cid harán el paseíllo, pero es una pena que El Juli, como en Fallas, se quede fuera cuando está en el cénit de su carrera, lo que demuestra que va a ser el gran damnificado de la rebullasca montada en torno a los derechos de imagen de los coletudos. Clamábamos el otro día por el cumplimiento de unos sueños que parecían imposibles y que, al fin, aun con matices, se pueden hacer realidad.