QUE las setas han costado un ojo de la cara es algo que no pone en duda nadie, ni siquiera quienes se embelesan con la arquitectura de vanguardia que cubre la Encarnación, que haberlos, haylos. Y por eso, porque no está el horno para bollos, una de las grandes novedades de esta Semana Santa, la tribuna en el Metropol-Parasol, se ha quedado en un corralito cutre que ha pasado sin pena ni gloria. El proyecto original obligaba a redactar y aprobar un proyecto especial para cubrir con un entarimado la escalinata, ésa era la idea, pero ni Sacyr ni el Ayuntamiento han querido invertir ni un euro más en la zona. Y, al final, han sido los turistas y algunos sevillanos los que han improvisado la tribuna en las escaleritas de las setas.