La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Más vale tarde, señor concejal

Los chalés regionalistas se seguirían perdiendo si Adepa y otras asociaciones no se hubieran movilizado

Más vale tarde (pero que muy, muy tarde) que nunca. La Gerencia de Urbanismo aprobará un conjunto de medidas para evitar la demolición de más edificios (porque hasta ahora se han tirado muchos al carecer de protección) de interés arquitectónico en Nervión. Se van a suspender cautelarmente las licencias de obras y demoliciones para salvar los que estaban empezando a ser derribados o a punto de serlo y se elaborará un estudio para calibrar qué edificios deben estar protegidos.

El concejal delegado de Hábitat Urbano ha sacado pecho recalcando que el Ayuntamiento "no se queda de brazos cruzados ante posibles amenazas al patrimonio y la historia de Nervión" y que actúa "con rapidez" para evitar la desaparición de inmuebles singulares regionalistas o racionalistas. Hombre, con rapidez, lo que se dice con rapidez…. Se han perdido ya chalés de Talavera, Gómez Millán o González que tenían el doble valor histórico de su arquitectura y de mantener siquiera algo de la fisonomía del viejo Nervión. Y se seguirían perdiendo si las asociaciones proteccionistas, muy especialmente Adepa, y la prensa no se hubieran movilizado en su defensa obligando al Ayuntamiento a descruzar los brazos.

Quien parece que los sigue teniendo cruzados es el Colegio de Arquitectos, que concedió el pasado 27 de julio el visado de demolición del chalé de Aníbal González en Cristo de la Sed 35 que se ha salvado in extremis. Será, es un suponer, porque la intelligentsia arquitectónica (con excepciones como Pérez Escolano) aborrece el kitsch regionalista tanto como ama la modernidad de la calle Imagen y las setas, ambas incluidas en el nuevo Plan Especial de protección y en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz redactado por el IAPH. Y cuidado con disentir, que le llevan a usted a una peluquería para rizarle el pelo en el cogote y untárselo con gomina, le colocan un Loden y una mascota (o una camisa azul si se ponen muy burracos), le hacen crecer un bigotito imperial y lo catalogan como contumaz facha enemigo de la modernidad y el progreso. Que esta gente es muy del "usted no sabe con quién está hablando". Recuerden al difunto Sáenz de Oiza abroncando a un vecino que le hacía ver los evidentes problemas que planteaban sus viviendas sociales de la M-30 madrileña con argumentos tan progresistas como "¡os dan algo y ponéis pegas!" y "¡deja la casa, hazte arquitecto y a ver si lo haces mejor!". Así que chitón.

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