Tras dos meses de conflictos y dudas la fábrica de Roca de Alcalá de Guadaíra cerrará definitivamente sus puertas, dejando en la calle a 227 trabajadores del centro sevillano. Así lo notificó ayer a sus empleados la empresa dedicada a la fabricación de sanitarios, que aplicará el despido colectivo en sus plantas de Alcalá de Guadaíra y Alcalá de Henares (Madrid). En total,476 nuevos parados que pasarán a engrosar las desastrosas estadísticas del Inem.

En concreto, el expediente afectará a 227 trabajadores de la fábrica de Alcalá de Guadaíra y a 249 del centro de Alcalá de Henares. La indemnización será de 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades, tal como estipula la ley, añadió la empresa. Sin embargo, Roca pone sobre la mesa de posibilidad de alcanzar un acuerdo que evite la resolución judicial del conflicto y estaría dispuesta a ampliar la indemnización hasta los 40 días y con un tope de 24 mensualidades, tal y como constaba en la oferta rechazada por los trabajadores a propuesta del mediador.

Mediante esta notificación a los representantes sindicales de los centros afectados y a la Dirección General de Empleo y Seguridad Social, Roca pone fin al proceso iniciado el pasado 18 de diciembre y que ha pasado por la tramitación de dos expedientes de despido colectivo, tras acceder la empresa a retirar el primer expediente para disponer de mayor tiempo para alcanzar un acuerdo.

El segundo periodo de negociaciones finalizó también sin acuerdo, a pesar de que la empresa aceptó la propuesta del mediador gubernamental que superaba ampliamente los mínimos establecidos por la Ley. En cumplimiento de la normativa vigente, la empresa cuenta con tres meses de plazo para hacer efectiva la extinción de los empleos, indicó Roca.

Independientemente del acuerdo, la compañía indicó que mantiene un plan de recolocación de hasta 60 trabajadores en el centro de trabajo de Burgos.

El grupo señaló que estas medidas son consecuencia del impacto de la crisis estructural del sector de la construcción en España en la actividad de la compañía, que la ha llevado a acumular un total de 21 trimestres de caída continuada de las ventas, desde el tercer trimestre de 2007.

Así, indicó que durante este periodo las pérdidas de las operaciones en España "han podido ser financiadas gracias a la actividad del resto de sociedades del Grupo Roca en el mundo", aunque las cuentas provisionales del consolidado del grupo correspondientes al ejercicio de 2012 se cerrarán con unas pérdidas de 30,2 millones de euros.

La empresa ha explicado que, con objeto de "asegurar la viabilidad tanto de la sociedad en España como del Grupo Roca en su conjunto, la compañía ha adoptado una estrategia de concentración de la producción en los centros españoles con mayores posibilidades de recuperar la rentabilidad a medio plazo". Una vez aprobadas las medidas, el Grupo Roca mantendría en España nueve fábricas en las provincias de Barcelona, Madrid, Castellón, Navarra y Burgos, que, junto con el resto de centros de trabajo, dan empleo directo a unas 2.000 personas.

Por su parte, los trabajadores de la planta de Alcalá de Guadaíra consideraron ayer "tremendamente injustos" los despidos, después de mantener una reunión en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos de Andalucía (Sercla) donde se ha notificado que se va a hacer efectiva la extinción de contratos, algo que se iniciará a partir de este lunes, 11 de marzo.

Fuentes del comité de empresa han explicado a Europa Press que en la reunión celebrada en el Sercla la empresa ha notificado a los trabajadores que va a hacer efectiva la extinción de los contratos a partir del lunes 11 de marzo, algo para lo que tienen de plazo hasta el día 25 de marzo, de forma que "a partir del lunes pueden empezar a despedir".

Los trabajadores consideraron la fábrica sevillana "es totalmente viable y es productiva", por lo que lamentan que Roca "sólo quiere llevarse la producción y deslocalizarla".

Las fuentes indicaron que ayer se celebró la marcha a pie desde la factoría hasta Mairena del Alcor, que discurrió sin incidentes y donde se informó a los trabajadores de la decisión de la empresa. La plantilla, que lleva unos 60 días de huelga en la planta -12 de los trabajadores además hacen desde el lunes huelga de hambre- anunció que seguirán con las movilizaciones y van a preparar más acciones contra estos despidos y el cierre de la planta alcalareña.

Por su parte, la presidenta del PP de Alcalá de Guadaíra, María del Carmen Rodríguez Hornillo, visitó a los trabajadores en huelga de hambre para mostrar "todo su apoyo y ayuda, tanto a ellos como a sus familias".

La responsable popular mostró su "preocupación tras los últimos comunicados de la empresa, ya que parece que se ha retrocedido en lugar de avanzar en la búsqueda de una solución que satisfaga en la mayor medida de lo posible a ambas partes".