Una calle más sin adoquín. El tradicional pavimento ha desaparecido de Trastamara, una estrecha vía del Casco Antiguo que conecta Reyes Católicos con el entorno de la Plaza de Armas. Los vecinos así lo han querido. La seguridad se ha impuesto a la estética en unas obras que han durado siete meses y que concluyeron este miércoles, cuando el delegado del Distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera, realizó una visita junto a la representante vecinal, Dolores Dávila, quien se mostró satisfecha con los trabajos realizados.

El alquitrán se ha adueñado de Trastamara. Una capa negra cubre la calzada de esta calle tras la reurbanización efectuada por Emasesa para sustituir la red de abastecimiento. La obra ha tenido un coste cercano a un millón de euros. Además de Trastamara se ha trabajado en las otras seis vías que conforman la manzana situada entre Reyes Católicos, la Plaza de la Legión, Marqués de Paradas y Arjona.

Las obras, acometidas por Emasesa, han costado un millón y han durado siete meses

El aspecto de las calles ha cambiado por completo. Hasta hace poco más de medio año el adoquín de Gerena servía de pavimento de la calzada. Los técnicos de la empresa metropolitana de abastecimiento de agua sometieron la sustitución a la elección de los vecinos. "Ha sido por unanimidad", defendió uno de los responsables de los trabajos. Dávila, que acudió al paseo inaugural, confirmó que fueron los residentes los que aprobaron este cambio. "Sabemos que el adoquín es más estético, pero por su desnivel provocaba muchas caídas, ya que la mayoría de los residentes de esta zona son personas de avanzada edad. Por tal motivo, se aprobó sustituir el adoquín por el asfalto", explicó Dávila.

Poco a poco el adoquín de Gerena ha ido desapareciendo de las calles de Sevilla. En algunas se ha sustituido por el alquitrán y en otras, por otro tipo de adoquín, procedente de Extremadura y con mayor uniformidad, lo que proporciona mayor seguridad en el tránsito de peatones, bicicletas, motos y tráfico rodado en general. Así ha ocurrido en enclaves de referencia de Sevilla, como la Plaza de la Campana, donde el cambio se acometió en el mandato de Zoido.

El concejal Juan Carlos Cabrera durante la visita a la calle Trastamara.

Otro de los elementos que solicitaron los vecinos y que finalmente no se ha colocado son los árboles. "Queríamos dotar de sombra las aceras, pero debido a la estrechez de éstas ha resultado imposible", explicó la representante vecinal, quien añadió que sí se han instalado bolardos. "No son estéticos, pero evitan que se aparque en la acera, como ocurría hasta ahora", añadió.

En toda la manzana habrá prioridad peatonal, de ahí que la velocidad máxima de los vehículos que transiten por ella no pueda exceder los 20 kilómetros por hora. "A partir de ahora esta zona será más segura para el residente. Al tratarse de calles estrechas es fundamental conducir a poca velocidad", incidió Dávila, quien destacó el alto grado de satisfacción de los vecinos con el resultado de las obras.

Cabrera, por su parte, aludió a las obras que ya se han acometido en el Casco Antiguo en estos dos años de mandato. Trabajos que han supuesto en su totalidad una inversión de 2,4 millones de euros y que han servido para mejorar calles como Carlos Cañal, San Vicente y Amor de Dios.