El Ayuntamiento de Sevilla apuró este jueves la jornada para cifrar la deuda que mantiene con los proveedores y elaborar el listado para que éstos puedan empezar a cobrar en breve gracias al plan especial puesto en marcha por el Ministerio de Hacienda. El importe de las facturas impagadas se aproxima a unos 60 millones de euros, según las primeras estimaciones municipales.

Una cifra elevada pero que, a priori, es bastante inferior a la presentada por otros ayuntamientos de grandes ciudades. Por ejemplo, en Zaragoza el listado asciende a a 164 millones, en Valencia supera los 175, en Palma de Mallorca los 109 y, en Madrid, se dispara hasta los 1.017 millones de euros. Sin salir de Andalucía, Granada supera a Sevilla, con 107 millones de euros.

Este viernes, la delegada municipal de Hacienda, Asunción Fley, aclarará cuáles han sido los criterios para contabilizar la deuda y qué facturas se han podido quedar fuera de este plan. Algunas de ellas son en concepto de alquileres. O si el hecho de que la deuda de Sevilla sea inferior a la de otras capitales responde simplemente a que sus arcas están más saneadas. En esta línea, el Ayuntamiento de Málaga, gobernado por el PP, no presentará listado alguno a Hacienda al no considerar necesaria esta medida.

Nada más llegar al gobierno, Juan Ignacio Zoido criticó que había hallado "en los cajones" una gran cantidad de facturas que no habían pasado por la Intervención. De hecho, en los últimos meses ha ido aprobando reconocimientos de crédito para saldar estas deudas. Además, el gobierno local estima que todavía hay proveedores que no han podido presentar sus facturas.

El pago a los proveedores es una obsesión del gobierno del PP, consciente de su importancia para aumentar la confianza de los emprendedores y reforzar los puestos de trabajo, pues el impago conduce al cierre de muchas empresas y a la destrucción de puestos de empleo. Así, Zoido anunció hace meses que su intención era que sus primeros presupuestos se conocieran por ser "los que pagarán a los proveedores a los que el anterior gobierno presidido por Monteseirín dejó sin cobrar".

Así, en las cuentas municipales aprobadas para este año se han aumentado las partidas para el pago a proveedores, para lo que se apartaron siete millones de euros. El alcalde confirmó ayer que esta partida se mantendrá y no se dedicará a otro fin, a pesar de que se reservó antes de conocerse el plan del Ministerio de Hacienda.

Ahora el Ayuntamiento de Sevilla, con una deuda viva con los bancos de 645 millones, empezará a pagar "conforme se presenten las certificaciones de los servicios prestados". Para ello se seguirá un riguroso criterio de antigüedad de la factura "y sin favoritismos". "En la Administración local se gastaba conforme se consideraba oportuno, hay que ser muy estricto con esto y ahora nos permiten pagar a los acreedores pero tenemos que ser austeros y ajustarnos a la previsión que hay", apuntó Zoido.

El también presidente de la FEMP pidió "tranquilidad" a autónomos y a pymes porque "habrá dinero para todos y, si es necesario, se ampliarán las cantidades".