El juzgado de instrucción 20 de Sevilla decretó ayer a petición de la Fiscalía prisión incondicional para el quiosquero acusado de abusos sexuales a menores. La juez, ante la que el presunto acusado prestó ayer declaración por una hora, acusa a Francisco Javier Fernández de sendos delitos de abuso sexual por tocamientos en las nalgas a un chico y de amenazas por sacar un cuchillo a una chica y colocárselo en el pecho, según fuentes de la agencia Efe.

La juez decretó libertad sin fianza en lo relativo al resto de denuncias de presuntos abusos sexuales a menores, hasta un total de 12, que la Policía imputa al detenido, que cuenta con antecedentes por malos tratos a su ex pareja con orden de alejamiento y por atentado contra la autoridad.

El letrado del acusado, Julio González Escobar, anunció que recurrirá la medida por considerarla desproporcionada. En declaraciones a la agencia Efe, este abogado aseguró que lo que se le imputa a su cliente son "actos cotidianos de la relación de un quiosquero" con sus clientes, y cree que la juez "ha hilado muy fino" ante unos hechos que este letrado considera "de más importancia social que judicial".

El martes, el quiosquero denunció que él y su novia, que es la titular del quiosco situado en la calle López de Gomara esquina con Evangelista, en el Tardón, habían sido agredidos el domingo 18 por dos hombres. Uno de ellos se hizo pasar por policía secreto y el otro exhibió un cuchillo "de grandes dimensiones", según dijo el quiosquero a los periodistas. Relacionó la agresión con que recientemente había sorprendido a dos niños robando en el quiosco, aunque todo apunta a que se trata de padres de niños objeto de abusos o vejaciones que quisieron tomarse la justicia por su mano. Uno de ellos fue detenido tras la denuncia del quiosquero.

El abogado del detenido señala "falta de concreción en cuanto a las fechas y otros detalles" de los hechos que los jóvenes denunciantes imputan a su cliente. La Policía lo acusa de doce abusos a niños de entre 10 y 14 años.