La investigación del caso Ruth y José Bretón

La Policía reconoce un posible "error" y el ministro defiende su labor

  • El Defensor del Pueblo Andaluz apunta a un "fallo garrafal" y pide buscar responsabilidades.

La llegada del granadino Miguel Rodríguez Durán a la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Andalucía Occidental supuso un importante impulso a la investigación del caso de la desaparición de Ruth y José. En parte, porque antes de ser el máximo responsable policial del oeste andaluz había sido comisario en Huelva y su humanidad no le había permitido alejarse un ápice de una investigación que se desarrollaba principalmente en Córdoba y Madrid; de otra, porque el caso de otra menor, el de la pequeña onubense Mari Luz Cortés, marcó profundamente en 2008 su prolífica carrera policial.

En la jornada de este lunes, el jefe superior de Andalucía Occidental indicaba a este periódico -en relación al informe forense que determina que los restos óseos aparecidos en Las Quemadillas son humanos- que "quizás estemos hablando de un error policial", teniendo en cuenta que la Policía Científica concluyó en primera instancia que los huesos y dientes hallados en la hoguera pertenecían a perros y roedores. No obstante, afirmó que las pruebas biológicas halladas en la finca de los abuelos paternos de Ruth y José "son muy pequeñitas, por lo que es muy difícil identificarlas".

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, declaró este lunes en el programa televisivo Espejo Público que todo apunta a que se trata de un "fallo garrafal de la Policía", al tiempo que indicó que "algo raro pasa con la investigación porque parece que la familia vaya por delante". El comisionado confesó que no entiende "cómo unos expertos dicen una cosa y otros otra" y, aunque reconoció el esfuerzo de la mayoría de los investigadores, sentenció que "alguien tiene que tener la responsabilidad en este asunto".

La existencia de un posible error policial que ha podido prolongar innecesariamente durante meses la investigación causó este lunes multitud de reacciones. El propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no pudo pasar por alto en su comparecencia este extremo. El integrante del Gobierno central aseguró que no busca "acusar" a la Policía Científica tras las novedades aparecidas en la investigación, sino que trata de conocer "la verdad". Ante la posibilidad de que se confirme que el informe inicial no era correcto, advirtió de que "el mejor escriba hace un borrón".

"No se trata de acusar a nadie, sino de aclarar la verdad de los hechos, no de depurar responsabilidades. En todo caso, cuando un científico hace un informe, lo hace con su buena voluntad", contestó el ministro al ser preguntado por el hecho de que 11 meses después hayan aparecido dos informes de expertos independientes contradiciendo la versión inicial de la Policía Científica. El titular de Interior pidió "no adelantar acontecimientos", pues aún han de aclararse las contradicciones de los tres análisis. "Si un informe se equivoca, es un error científico", insistió Fernández Díaz, quien destacó el "prestigio de la Comisaría General de la Policía".

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