Gustavo Poyet llegaba a rueda de prensa para intentar explicar lo que había ocurrido. Algo muy complicado y como él dijo nada más sentarse, "es complicado decir algo de lo que ha ocurrido en el partido controlando los sentimientos porque tengo que tener mucho cuidado con lo que digo. No me imaginaba este partido. No hay excusas. Si hay algún responsable soy yo. Hoy no es un buen día y es difícil analizar con palabras lo que yo pienso. Hoy tienen derecho a decir lo que quieran los aficionados porque lamentablemente el partido fue malo rozando el ridículo".

"La liga nos dio la posibilidad de tener dos semanas para poder preparar el encuentro. En un partido grande no pueden meterte el primer gol en los primeros minutos. Tampoco puedes, con un gol en contra, entretenerte con el balón y que te hagan el segundo. Hay que tener personalidad y caracter y como equipo nos faltó y mucho. Pasó lo que pasó al final. Es jodido. Y yo no creo que lo de hoy sea un tema competitivo porque que termine cinco contra tres en una contra en el cuarto gol, no es por falta de competitivdad. Ahora mismo cambiaría a muchos pero prefiero pensar las cosas con tranquilidad pero es evidente que algo hay que cambiar porque no está funcionando. Yo voy a la uvi pero no me muero. Si hay algo que no funciona me tengo que adaptar para que esto funcione porque es mi deber" aseguraba.

Poyet reconoció que para el próximo partido va a cambiar muchas cosas, una de ellas puede ser incluso el esquema 4-3-3 con el que juega habitualmente: "Posiblemente cambie la forma de jugar porque algo tengo que cambiar, no sé si jugadores, táctica o posicionamientos pero algo hay que cambiar, eso es seguro".

El próximo partido se antoja crucial para el futuro del entrenador verdiblanco y Poyet asegura que se lo toma como una final, al igual que hace con el resto de encuentros: "Para mí, el próximo partido es el más importante y si todo el mundo estuviera en los niveles de compromiso que tengo yo, el próximo partido es el último. Yo jugaba cada partido como si fuese el último por eso yo quería ganarlo siempre. Por eso hice la carrera que hice. Ya veremos si los que están en el campo toman el mensaje de que podría ser su último partido. Para mí siempre el partido más importante es el próximo porque no sé lo que viene después".

Por último, el entrenador asumió toda la culpa de la derrota: "El responsable de lo que pasó hoy soy yo. No hay que darle más vueltas. No hay mucho drama ni muchas cosas que hacer, soy yo quien entrena. Hay algo que no está funcionando y no hay que echarle la culpa a nadie. Que cada uno analice el juego de la forma que quiera. Es la ley del fútbol".