El domingo era día de preocupación con las inundaciones en nuestra tierra y Canal Sur tuvo un repunte de reacción y actuó a ratos como lo que debe ser, una televisión de proximidad, con información útil. El esfuerzo en la nueva dirección de Informativos se notó en una jornada palpitante aunque, como hay tanto por hacer, el empeño se quedó a medias tanto en contenido como en duración. La presidenta andaluza estaba en el sitio junto al sevillano ministro del Interior, una muestra de que unidos se pueden hacer mejor las cosas y dar un mensaje más sensato a los ciudadanos. El esfuerzo por seguir a la presidenta no estuvo después a su altura.

En un día laborable Canal Sur habría encontrado sus programas vespertinos en directo para contar lo que sucedía. Con un Andalucía Directo de urgencia este domingo la audiencia andaluza se habría sentido más atendida y la autonómica habría ganado en credibilidad y respeto. Menos AD Fiesta y más Andalucía Directo. Los directivos de San Juan son tan fieles a sí mismos que no alargaron el informativo pero sí cancelaron en la sobremesa Salud al día, un programa respetable, para obsequiarnos a esa hora con la repetición de los chalaneos y peluquerías de Yo soy del Sur exprés, lo que menos buscaba el preocupado espectador andaluz como demostraron los audímetros. La intención de la Junta de Andalucía se atisbó claramente: desde este domingo quieren dedicarnos los fines de semana en pleno al coplerismo y a su reality de sus cantantes viejunos, envileciendo Canal Sur incluso cuando el servicio público sería más valioso.

Por la noche, en lugar de más información y conexiones (Al rojo vivo es el ejemplo de cómo se puede reaccionar), el triste remate de un programa tan triste como Los descendientes. Andalucía se nos puede anegar, pero Canal Sur se limitará al Noticias 1 y 2 para endosarnos entre medias una prolongada repetición del sonrojante Yo soy Sur. Puede que esa la televisión andaluza que desea Susana Díaz. Pero seguro que es la que quiere Cristina Cifuentes.