El PP ha solicitado al alcalde que pida a la Junta que suspenda la declaración de la comisaría de la Gavidia como lugar de la memoria histórica para que no se dificulte el futuro uso del edificio. No estoy de acuerdo. Debe ser lugar de la memoria histórica por su doble carácter de símbolo de la represión franquista y de la connivencia entre los arquitectos y el franquismo, con independencia de que sus obras fueran "imperiales", basura desarrollista o del Movimiento Moderno.

El nombre de los alcaldes franquistas ha quedado unido al destrozo del casco histórico: bárbaros derribos y horrendas o importunas construcciones. Pero los arquitectos que los derribaron y construyeron se han ido de rositas. ¿Acaso la destrucción franquista-desarrollista de Sevilla fue solo obra de quienes la ordenaron y no también de quienes la ejecutaron?

El autor de la comisaría de la Gavidia está tan satisfecho de su obra (¿y de para qué y para quién la hizo?) que se duele de la incomprensión de los sevillanos hacia las excelencias modernas del edificio. Hace un par de años se quejaba en Abc del "rechazo tremendo" que suscitó y "en buena parte continúa", comparándolo con el que produjo la pintura abstracta (olvida que los cuadros no se pintan borrando otros mientras los edificios irrumpen en los cascos históricos a golpe de derribo: "sventramento" -destripamiento- llaman los italianos a estas operaciones). "Cuando recibí el encargo de hacer una nueva Jefatura de Policía en el solar resultante de la demolición del Cuartel de San Hermenegildo -decía entonces el arquitecto-, con la indicación por parte de la propiedad [forma neutra de referirse al Ministerio de Gobernación y la DGS] de que fuera un edificio 'abierto y moderno', en su mayor parte dedicado al uso administrativo [no cita las detenciones y torturas], consideré que era una buena oportunidad para hacer algo que estuviera en consonancia con lo que se empezaba a realizar en las más importantes ciudades españolas, europeas y americanas".

Cuando es "moderno" se disculpa que el arte se ponga al servicio de las dictaduras. Incluso, como en este caso, de sus aparatos represores. Por eso apoyo que la comisaría sea lugar de la memoria histórica: del franquismo, de su arquitectura, de sus arquitectos… Y de cómo entró el Movimiento Moderno en el casco histórico de Sevilla: a bofetadas, como las que se repartieron en la Gavidia.