Hace diecisiete años ya formó un lío gordo en el estadio de la Cartuja y esta noche vuelve a él, que para algo debe servir la faraónica idea de Rojas-Marcos. Creo que fue con aquel extraordinario Nos sobran los motivos, que quizá haya sido el disco más rotundo del ubetense. Esta noche vuelve Joaquín Sabina y no queda una sola entrada disponible, igual que cuando no hace tanto compareció con Serrat en el Auditorio. Diecisiete años y un ictus después, el extraordinario poeta vuelve al estadio y lo hace con el ánimo por las nubes tras haber conquistado el londinense Albert Hall sin necesidad de decir una palabra en inglés. Con su voz y su bombín, llega con una nueva creación, de nombre tan sugerente como Lo niego todo, y seguro que viéndolo tendremos la seguridad de que nos hemos metido en un túnel del tiempo que abarca más de 500 días con sus noches.