EN Andalucía son legión los fans oportunistas de Obama. Hasta Javier Arenas dejó caer que Obama era como él. Ahí queda eso. En el Ayuntamiento de Sevilla, siempre más atentos a la apariencia que a la sustancia, el grupo municipal socialista ha contratado a asesores electorales de Obama para que les imparta un curso intensivo sobre cómo ha entusiasmado con su mensaje del cambio y del podemos pese a que un año antes la favorita era Hillary Clinton. Escuchen, que algo queda, aunque resulta bien difícil establecer analogías entre el alcalde de Sevilla y el que era senador por Illinois.

La victoria de Obama se ha fraguado en las primarias de su partido, y el PSOE provincial, por muchas disensiones que haya entre Viera y Monteseirín, no parece que vaya a poner al alcalde en ese trance que siempre ennoblece la democracia. Obama ha ganado porque representa una alternativa al poder establecido y una nueva era en la sociedad norteamericana, que ha trocado su mítico sueño de bienestar a lo grande por la cruda pesadilla de su pérdida de liderazgo económico. En Sevilla, el PSOE es quien representa el establishment y la perpetuación en el poder, ya sea en años de prometer el pleno empleo o en los que el paro va camino de la desastrosa cifra del 20%. Obama, por muy bien que lo haga, sólo se sentará ocho años en el Despacho Oval. Monteseirín cumple diez en 2009 y Chaves es plusmarquista nacional de la continuidad.

Será fructífero ese seminario con expertos del sistema político más profesionalizado (según interese es motivo de oprobio imperialista o de admiración liberal). Sugiero a los asistentes que preparen una batería de preguntas sobre experiencias propias: ¿hay que dimitir a la primera si aparecen facturas falsas en el distrito Macarena, si se aloja en el albergue juvenil a una familia muy peligrosa que maneja armas, si se instalan catenarias para después quitarlas? Tengo curiosidad por conocer la doctrina Obama.