La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Un invento que ya fue un fracaso

Cuando en 1956, un cambio litúrgico dictaminó que en Semana Santa, el sábado sería santo y no de gloria surgió el Sábado Santo como colofón de la gran fiesta. La Soledad de San Lorenzo continuó con su privilegio de cerrar la gran celebración, le acompañó la Trinidad y se oficializó la presencia del Santo Entierro anualmente y no cada siete años. Junto a esos cambios se decidió un itinerario invertido con arranque en la Catedral y remate en la Campana. Era lo que ahora se pretende hacer con el Martes Santo y conviene recordar que aquello duró poco, entre otras cosas porque sonaba a raro que la estación penitencial empezase donde debía terminar, ya que la Catedral se veía más lógico como meta que como línea de salida. Según parece, el Martes Santo a la inversa va a ser una realidad y vamos a ver cuánto dura un experimento que no será, precisamente, con gaseosa.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios