La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

La noche en venta

Leo con ocasión del Congreso Nacional de Ocio Nocturno este titular: "Sevilla capital del ocio nocturno". Y tiemblo

El alcalde o mediador de la noche parece el título de una película de Charles Bronson, pero no lo es. O tal vez lo sea de forma legal y no violenta. Porque según dijo el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, en ciudades como Londres, Berlín o Amsterdam se ha creado esta figura para "conciliar intereses entre los empresarios de ocio, los vecinos, las administraciones y los consumidores". Es evidente que donde hay mediador hay conflicto y que -lo sabemos bien: lo padecemos en nuestras propias carnes insomnes y oídos atormentados- la conciliación entre los intereses de los empresarios de ocio nocturno y los vecinos es difícil.

El delegado lo dijo en la inauguración del primer Congreso Nacional de Ocio Nocturno que reunió en Fibes a representantes de las administraciones, empresarios y profesionales de la noche, asociaciones y empresas auxiliares. Toquen madera porque el objetivo, según el delegado, es que la oferta de ocio nocturno sea "reglada, ordenada y siempre respetuosa con la convivencia vecinal y el derecho al descanso, que contribuya a reforzar a su vez la competitividad del destino Sevilla". Destino Sevilla es una variante pasiva de la horrorosa expresión marca España. Las dos mercantilizan la ciudad o la nación, pero marca alude a una actitud activa y destino a una actitud pasiva. La marca (e insisto en lo horroroso de la palabreja) suma éxitos deportivos, políticos, económicos, científicos, gastronómicos o culturales. El destino, en cambio, asume la pasividad de mostrarse, vivir de las rentas (turismo histórico ligado al patrimonio o las fiestas tradicionales), de la herencia paisajística no devastada por la especulación (turismo rural o de sol y playa) y de las diversiones en cada momento de moda (turismo de despedidas de solteros o de ocio nocturno cuyos infiernos etílicos se llaman Magaluf, Gandía, Lloret de Mar o Salou).

"Si el ocio nocturno lo profesionalizamos y lo adecuamos a las normas y trabajamos desde el diálogo y el consenso, se generarán oportunidades económicas y laborales, al tiempo que la imagen de la ciudad y la competitividad de su actividad turística se verán fortalecidas", ha dicho también el delegado. Que se lo digan a quienes viven alrededor del Puerto Olímpico de Barcelona. O a quienes vivimos en Santa Cruz o allí donde se concentra la oferta de ocio nocturno. Leo este titular: "Sevilla capital del ocio nocturno". Y tiemblo.

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