EL Ayuntamiento y Cajasol, como promotora del rascacielos en la Cartuja, mantendrán un auténtico pulso hasta el mes de junio, cuando está prevista la reunión de la Unesco donde se decidirá -o no- si el casco histórico de Sevilla merece seguir siendo patrimonio de la humanidad tras haber levantado la torre de César Pelli. La entidad financiera pretende ser indemnizada por no poder concluir el proyecto original y, como pura estrategia (pues las obras siguen pero ¿a qué ritmo?), se resiste a parar las obras como apuntó el Ayuntamiento, que, por otra parte, intentará tensar la cuerda para no pagar. ¿Cuál será su táctica? Antes de junio se sabrá.