HE soñado (qué sueños tengo) con una solución de cara a la credibilidad de los informativos de la televisión pública. Es muy sencillo. Que se apeen de sus escaletas los contenidos relacionados con los distintos partidos políticos. Puede parecer estrambótico, tal vez imposible. Pero en el sueño funcionaba. En mis Telediarios futuristas (no porque fuesen de ciencia ficción, sino porque llegarían a partir de la próxima legislatura) habían desaparecido las presencias obligadas de los líderes y portavoces de cada uno de los partidos esgrimiendo sus valoraciones sobre esto o aquello. Sí se realizarían informaciones sobre asuntos relacionados con la Jefatura del Estado y con el Gobierno, pero prescindiendo de todo añadido interpretativo. Esos Telediarios soñados se centraban en la actualidad Internacional y, curiosamente, en la información de proximidad. Desarrollaban las áreas de Cultura y Sociedad, y ampliaban los contenidos relacionados con la ciencia las nuevas tecnologías y el medio ambiente.

Ahora que estoy despierto, y que vuelvo a reflexionar sobre el asunto, me parece que los tiros no van desencaminados, y que así volviesen a nombrar a Fran Llorente director de los servicios informativos a partir de enero de 2017, la cosa no tendría arreglo. No por él. No los profesionales de la casa. No porque ninguna mano negra moviese los hilos. Sencillamente porque el modo de contar el relato informativo no tiene nada que ver con el que imperaba cuando Fran ejercía con tanta eficacia.

Durante los cinco años que va a durar esta legislatura, los informativos son otros, la manera de contar es otra, el modo de alentar los debates es otro. Baste pensar que en la época de Llorente 'Tengo una pregunta para usted' suponía toda una audacia. ¿Y dónde ha quedado en la escala evolutiva televisiva este tipo de formato? En mi sueño los informativos de TVE no competían. Complementaban. Con una enorme calidad.