AUNQUE la nómina de puristas inquisidores va menguando tan progresiva como afortunadamente, seguro estoy que no faltarán las voces que clamen contra el último disco de José Mercé. Como le ocurrió a Camarón en el nacimiento de la Leyenda del tiempo, al gran artista jerezano puede pasarle lo mismo con Doy la cara, una obra innovadora y que va a chocarle a los herederos de los que condenaban las zambras de Caracol o la largura enciclopédica de Marchena y Valderrama. Es un disco este último de Mercé en el que los dúos con gente tan alejada del flamenco como Calamaro, Alborán, Sabina o Alejandro Sanz puede chirriarle al personal más intransigente, pero que va a ser un pelotazo discográfico viene asegurado de fábrica. Tras bordar a diario la soleá y la seguiriya o no salirse nunca de compás por bulerías, esta obra es muy enriquecedora.