Repercute puertas afuera del atrio, pues la hermandad macarena es más que otra hermandad cualquiera. Tras los ocho años de mandato de Manolo García procede elegir a un sucesor y para ello han surgido dos candidaturas desde dentro. ¿Puede ello fracturar la hermandad? Ojalá no ocurra, pero resulta complicado aunar voluntades a posteriori cuando resultó imposible hacerlo antes. Llevar en la Madrugada esa vara de oro es un honor como pocos y meta que produce una carrera rica en incidencias. Cuando el último recuento, la noche rompió en tempestuosa por la desmedida euforia de los vencedores y aquello dejó heridas que no se cerraron en su totalidad. Ahora litigan en las urnas dos grandes macarenos que remaron juntos en el barco que patroneaba Manolo García y la duda, asaz inquietante, es si seguirán remando en la misma dirección a partir del lunes.
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