La consejera de Salud y Bienestar Social, María José Sánchez Rubio, pidió este viernes disculpas a los pacientes del centro de salud de San Hilario de Dos Hermanas que se vieron afectados por el comportamiento de una doctora que presentaba evidentes síntomas de estar bajos los efectos del alcohol mientras los atendía. Tal y como adelantó ayer este periódico, la Junta ha abierto una investigación después de la denuncia formulada ante la Policía Nacional por varios pacientes y de que los agentes municipales sometieran a la médico a un test que dio como resultado una tasa de 0,91 miligramos de alcohol por litro en aire. 

Según se recoge en el informe de comparecencia que ha sido ya remitido al juzgado por parte de la Policía, como es preceptivo, la doctora llegó incluso a insinuarse a un paciente. En concreto, según la declaración transcrita, dicho usuario del centro de salud acudió a la consulta de guardia con un bulto en las nalgas. La médico le pidió que se bajase los pantalones para poder examinarlo y, una vez que lo hizo, según consta en el informe, le dijo al paciente: "Tiene un culo muy bonito". Y a continuación le preguntó si ella le gustaba. Según el testimonio, después de esta conversación, quiso extirparle el bulto y limpiarle la zona, a lo cual el paciente se negó. 

No fue el único incidente protagonizado por la médico durante su guardia del día de Navidad en el centro de salud nazareno. Al parecer, también intentó inyectar anestesia en un ojo a otro paciente que, no conforme con la decisión, salió de la consulta y comentó el episodio con otros usuarios. Tras intercambiar sus experiencias, decidieron llamar a la Policía Nacional para denunciar la situación. Una patrulla acudió al centro y comprobó la veracidad de las denuncias que aseguraban que la médico estaba pasando consulta bajo los efectos del alcohol. 

Por ello, los agentes dieron parte a la Policía Local de Dos Hermanas para que acudiera con el etilómetro que se utiliza habitualmente en los controles de tráfico. La médico se sometió voluntariamente a la prueba, que corroboró que la tasa era casi cuatro veces a la permitida para ponerse al volante. Posteriormente se informó al Servicio Andaluz de Salud, que envió a un coordinador de turno al ambulatorio, y que, según confirmó ayer la propia consejera, ha abierto una investigación interna. "Se actuará con absoluta contundencia en función de los datos que se obtengan de la investigación abierta para conocer los detalles de los hechos", apuntó Sánchez Rubio. El SAS reclamó ayer cautela y aseguró que no consta ninguna incidencia anterior referente a la citada doctora. 

La Policía Nacional ya había abierto también diligencias sobre lo ocurrido para que se investigue la conducta de la facultativa que, no obstante, podría haber incurrido en alguna falta de tipo administrativo o disciplinario más que en un delito.