Sevilla

"Esperé dos horas en Urgencias hasta que sufrí un infarto"

  • Una paciente denuncia a una doctora por no auxiliarla tras desmayarse a las puertas de su consulta · Le ofreció "paracetamol" y le dijo que guardara turno o fuera a otro centro

Esperó dos horas y media para ser atendida en el servicio de Urgencias del hospital Virgen del Rocío, pero no recibió asistencia hasta que se desmayó y sufrió un infarto a las puertas de una consulta. La historia de María del Pilar Carmona Gómez es la de una mujer de 52 años que el pasado 24 de octubre acudió a este centro sanitario acompañando a su marido, Salvador León, que fue a una consulta por un quiste de grasa.

Cuando se hallaba en la sala de espera, la mujer comenzó a sentirse indispuesta, con fuertes dolores lumbares, por lo que fue al departamento de admisión para dar sus datos para que también pudiera ser atendida por el médico y regresó a la sala de espera de los enfermos. Pasaba el tiempo y María del Pilar no era llamada a la consulta, a pesar de que sala "se había quedado vacía".

Como el dolor iba en aumento y "ya no lo podía aguantar", la mujer se acercó de nuevo a la consulta de la doctora A. D. E., donde le dijeron que la facultativa no estaba, que volviera en un rato. La paciente esperó otra media hora, hasta que volvió a presentarse para pedir que le viera el médico y esta vez pudo preguntarle a la propia facultativa qué tiempo le quedaba para ser atendida, puesto que el dolor no cesaba e iba en aumento. La doctora, explicó María del Pilar Carmona, le dijo que "tenía que esperar su vez ya que había muchos enfermos", por lo que regresó a su asiento.

Cuando el dolor pasó de la zona lumbar al pecho, su esposo regresó para hablar otra vez con la doctora, con la intención de informarle de que se había agravado su estado de salud. "La doctora me dijo: '¡esto es lo que hay!' Que teníamos que esperar el tiempo que fuera necesario y que si no queríamos eso, que nos marcháramos a otro hospital, porque allí es el trato que había", afirmó Salvador, que añadió que la doctora le indicó que lo único que le podía ofrecer era un "paracetamol" para que siguiera esperando en la sala hasta que la visitara.

El marido se opuso entonces a que le administraran este fármaco a su esposa cuando aún no había sido reconocida y la doctora, según el matrimonio, se metió en el despacho intentando cerrar la puerta sin mediar palabra alguna y mostrándose "muy alterada". Salvador puso la mano para evitar que la puerta le diera un golpe y la doctora alertó a los vigilantes de seguridad diciendo que estaban "atosigándola" y querían agredirla, algo que tanto Salvador con su esposa niegan rotundamente. La familia cuenta incluso con testigos -las personas que se hallaban en la sala de espera- que pueden acreditar que no hubo ningún intento de agresión.

María del Pilar, que había estado presenciando toda esta escena, se desmayó en ese momento y cayó al suelo, a las puertas de la consulta número 9 de Urgencias donde la doctora permanecía encerrada. Su marido asegura que la mujer estuvo 15 minutos en el suelo sin recibir asistencia y que la doctora en todo ese tiempo no abrió la puerta a pesar de que se le llamó con insistencia diciéndole que había perdido el conocimiento.

Salvador León acudió entonces al jefe de Urgencias, Emilio Montero, quien llamó a otro médico que estaba en la consulta número 5, quien salió a atender a Pilar. Este médico la auscultó y le hizo un electrocardiograma, que confirmó que la mujer había sufrido un infarto, con lo quedó ingresada en Observación y después en la UCI de cuidados intermedios.

"Le doy las gracias a este médico, porque estoy viva de milagro, gracias a él", aseveró ayer Pilar Carmona, que no puede evitar emocionarse y rompe a llorar cuando recuerda su traumática experiencia en el hospital. La mujer está muy agradecida a este médico, del que ni siquiera conocía su nombre, pero no puede olvidar la conducta de su compañero.

La familia ya ha puesto los hechos en manos de su abogada, Esperanza Lozano, que va a presentar una denuncia por omisión del deber de socorro. "Yo no quiero dinero, lo que quiero es que ninguna persona se vea en mi lugar, que no le pase todo lo que yo pasé, que la ley diga lo que sea. Es muy penoso verse en el suelo y no poder hacer nada", afirmó María del Pilar, que añadió que los mismos médicos y enfermeras le animaron a que denunciara lo ocurrido.

La letrada Esperanza Lozano confirmó ayer que en estos momentos está recopilando toda la información necesaria para presentar una denuncia contra la facultativa A. D. E. por una presunta omisión del deber de socorro, por haber denegado el auxilio a una persona enferma y en un centro sanitario público.

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