Sevilla

El Instituto Andaluz de la Mujer atiende a 74 niños en seis meses

  • En el conjunto andaluz son 589 los casos asistidos por la Junta en el primer semestre

El servicio de asistencia psicológica del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ha atendido en el primer semestre del año a 74 niños víctimas de la violencia de género en Sevilla. El 57% de estos casos son niños de 6 a 10 años; el 28,7% son niños de entre 11 y 14 años; el 10% tienen más de 14 años; y el 3% son pequeños menores de 6 años. En el ámbito andaluz el programa de atención a hijos de mujeres maltratadas ha atendido a un total de 589 menores en un semestre, 296 niños y 293 niñas.

"No existe conciencia social sobre estas situaciones: los hijos también sufren la violencia de género. Al no existir esa conciencia se adoptan decisiones que perjudican al bienestar de los menores", explica la psicóloga Beatriz Núñez, coordinadora en el servicio de atención psicológica a estos niños en el IAM.

La especialista incide en que, ante un caso de violencia de género, "una de las primeras cuestiones es poner en duda que un señor que maltrata a su mujer o a su compañera, sea un buen padre. Esa debe ser la primera reacción para proteger al niño; para después estudiar cuál es el vínculo padre-hijo y valorar medidas". A diario los equipos que atienden a estos menores perciben el temor que padecen durante el régimen del visitas. "Muchos de estos niños no quieren ver a sus padres, lo vemos a diario", explica la psicóloga. No obstante, la mayoría de las medidas cautelares no contemplan la retirada de las visitas por parte del maltratador a sus hijos.

Los niños expuestos a la violencia de género sufren idéntica sintomalogía que aquéllos que sufren abusos de manera directa. Sus problemas son los mismos. "En muchos casos los padres utilizan a los hijos para amenazar a las mujeres y atemorizarlas, convirtiéndolos en un correo de la violencia de género y en víctimas", añade Núñez. En la asistencia a los menores, los especialistas del IAM se marcan varios objetivos: "En primer lugar atendemos las secuelas (angustia, ansiedad, depresión, etcétera), para la recuperación emocional de los niños; en segundo lugar, la terapia trata de romper los estereotipos sexistas, ya que en éstos reside la base de la violencia de género", explica la coordinadora del servicio asistencial.

En el 78% de los casos atendidos los psicoterapeutas logran los objetivos marcados de manera individual. Aunque cada caso requiere una atención específica, de media el equipo de psicología del Instituto Andaluz de la Mujer dedica quince sesiones a cada menor. La asistencia a las madres también forma parte de la terapia. "Tratamos de educar a las madres para que protejan a sus hijos, y de esta manera los niños mejoran. Hijos y madres se retroalimentan de la atención psicológica", añade.

La asistencia a las madres se completa con un programa psicológico específico; y existe un tercer programa más reciente dedicado a las adolescentes víctimas de violencia de género. Son varias las líneas de mejora en esta asistencia que pasan por una mayor coordinación de todos los agentes (fuerzas de seguridad, equipos de psicología, jueces y fiscales, casas de acogida, etcétera).

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