Un cambio anunciado en la primavera de 2011 que no se hace efectivo hasta ahora. El mobiliario de la Alfalfa y su entorno empieza a retirarse, tal como prometió el alcalde en la pasada campaña electoral y como lo ratificó tras el triunfo en las urnas. Dicha operación se hizo visible este martes en la Plaza de Jesús de la Pasión (antigua del Pan) en la que han comenzado a eliminarse los bancos de madera y aluminio que se instalaron en ella dentro del proyecto Piel Sensible ejecutado durante el mandato de Monteseirín y que suscitó una gran polémica. Hace dos semanas ya se retiraron los bancos existentes en la plaza que antecede a la parroquia de San Isidoro.

Estos trabajos, que según precisó el propio alcalde el pasado verano tienen un coste de 240.082 euros, los está acometiendo la Gerencia de Urbanismo y se prolongarán durante toda la semana. Por ahora, sólo se eliminarán los bancos en la Plaza del Pan, la Pescadería y la Alfalfa, para continuar después de Navidad con las conocidas farolas-ducha, que actualmente sostienen parte del alumbrado navideño de dichos enclaves.

Se trata de uno de los puntos incluidos en el programa electoral del PP que persigue unificar estéticamente el mobiliario urbano del casco antiguo. De este modo, las farolas actuales serán susituidas por las del tipo caracol y en los bancos desaparecerá la madera y el aluminio por materiales más resistentes, como el granito. Según el proyecto de modificación que dio a conocer este periódico el pasado verano, los bancos elegidos para este enclave son similares a los de la Plaza de la Virgen de los Reyes y de la Contratación. Lo compondrán asientos de piedra caliza blanca y respaldos de hierro forjado, para lo que se usarán los existentes en el almacén municipal que proceden de los que existían en la Plaza de la Encarnación antes de inaugurarse el Metropol Parasol.

Respecto a la iluminación, aunque en un principio se barajó usar las conocidas como farolas fernandinas empleadas en la Avenida de la Constitución, finalmente la Gerencia de Urbanismo se decantó por las de tipo caracol de la Plaza del Salvador. Las farolas-ducha que iluminan actualmente dicho entorno se usarán para alumbrar los accesos de la Biblioteca Felipe González.