Tiene 90 años y más vitalidad que muchos no ya con la mitad de edad, sino con la cuarta parte. Unas ganas de exprimir cada día que se refleja en su arte. Totalmente autodidacta ha puesto sus pinceles a disposición de diferentes causas. La que se puede visitar en la residencia DomusVi de Santa Justa (c/ Baltasar Gracián, 2) de 11:00 a 13:30 tiene casi todos los cuadros vendidos, un dinero que está destinado a la Asociación de lucha contra el Alzheimer.

Pero no queda aquí la actividad incesante de este artista, Juan Alférez tiene prevista otra muestra en octubre, cuyos beneficios estarán destinados a Sevilla Respira, una asociación de enfermos de asma y otra en diciembre. Una actividad incesante para ayudar a los demás con su dominio de los pinceles “hasta que Dios me de salud”.

Uno de los cuadros expuestos

Asegura que suele pintar unos diez cuadros al mes –dedicándole tres o cuatro horas al día – y que, aunque empezó muy joven, con apenas diez años en unos talleres de Bellas Artes que había entonces en unas naves de la zona de Capuchinos, lo dejó de lado para empezar muy joven a trabajar.

De repartidor de cerveza a ser uno de los responsables del pabellón de la Cruzcampo de la Exposición Universal de 1992 y una trayectoria como jefe de ventas en varias cerveceras donde puso en la práctica estrategias que entonces ni imaginaban los actuales expertos en márketing... porque la mayoría aún ni habían nacido.

Una vida de la que se siente orgulloso y agradecido por su mujer, sus hijos, nietos, y una bisnieta que le tiene encandilado y que ha sido “muy bonita” porque como él dice, le ha dado “muchas satisfacciones”. Gran conversador, Juan Alférez está en la exposición de sus obras recibiendo a todos los que se acercan. Por lo que los visitantes tienen una doble satisfacción a la hora de visitar la muestra. No sólo verán unas obras bien ejecutadas, sino que podrán conocer mucho de la vida y de cómo afrontarla después de una charla con el autor.