Educación

La crisis empuja a 44.000 sevillanos a regresar a la enseñanza básica

  • Casi 8.000 adultos aspiran a obtener la titulación en Secundaria. Los ciclos formativos se consolidan cada vez más como vía para lograr una rápida inserción laboral.

El pasado sábado casi 8.000 personas con más de 18 años aspiraron a obtener el título de Secundaria. La cifra se viene repitiendo en las últimas convocatorias de estas pruebas. Adultos que un día abandonaron los estudios por las posibilidades que ofrecía el mercado laboral -especialmente el de la construcción- y que regresan al aula ante la dificultad no ya de encontrar un empleo bien remunerado, sino simplemente de hallar un trabajo. La crisis ha empujado a 44.000 sevillanos a regresar al aula, una cifra que ha crecido desde 2010 y que constituye un claro reflejo de la incidencia de la debacle económica. La urgencia por lograr un contrato laboral, además, ha provocado que cada vez sean más los jóvenes que se decantan por la Formación Profesional, en detrimento del Bachillerato.

La educación obligatoria ha dejado de ser en Sevilla cuestión de menores. La situación que atraviesa el país desde finales de 2007 ha destruido las expectativas que muchos jóvenes se trazaron cuando con el boom inmobiliario se conseguía fácilmente empleo y bien remunerado. Aquellos que no obtenían buenos resultados académicos veían en este sector una rápida salida a su situación. Con el desplome del ladrillo todo se ha venido abajo. Las últimas pruebas para la obtención del graduado en ESO suponen una clara señal de esta transformación. En la provincia de Sevilla se han inscrito para la convocatoria de abril -celebrada el pasado sábado- casi 8.000 personas mayores de 18 años. Con dicha titulación, además de aumentar la posibilidad de hallar un empleo mejor remunerado, podrán continuar la formación académica en el Bachillerato y los Ciclos Formativos para Adultos.

Estas pruebas son bianuales y se convocan en abril y junio. Para la mayoría, obtener la graduación constituye la llave para un puesto de trabajo al que aspiran o para una mejora en las condiciones laborales. Para otros, también, completar una enseñanza que en su día quedó truncada. A inicios del presente curso se habían matriculado en la educación de adultos 44.017 sevillanos. Esta cifra supone un aumento del 8,6% respecto a los que lo hicieron en septiembre de 2010. En estos cuatro años dicha enseñanza ha incrementado sus alumnos en más de 4.000. Aquel curso eran 40.536 los mayores de 18 años que optaron por esta modalidad. La cantidad ha ido en aumento. En 2011 fueron 41.945 y al curso siguiente, 46.057. Ésta fue, sin duda, la mayor subida del cuatrienio. De hecho, en el presente curso se ha producido una leve bajada que se ha percibido en todos los niveles, excepto en el de Ciclos Formativos.

La formación permanente de adultos es la que aglutina la mayor proporción de alumnos, 26.163. Este tipo de enseñanza se imparte en los cursos de educación permanente (Ceper) y a través de ella se logra una formación básica y se prepara a los estudiantes para la obtención del graduado en ESO, entre otras posibilidades. También en ellos se prepara el acceso a los grados medios y superior de la FP y para los mayores de 25 años que quieran acceder a la universidad.

La segunda enseñanza con mayor número de alumnos es la Educación Secundaria de Adultos (ESA), en la que hay matriculados 8.036 personas. Esta modalidad se imparte en algunos institutos de Secundaria y en el Instituto Provincial de Educación Permanente (que se encuentra en Triana). La tercera en número de matriculados es el Bachillerato de Adultos (6.507 alumnos), que también se oferta en institutos y en el referido centro trianero y, por último, los Ciclos Formativos. Este último tipo de enseñanza es la que ha registrado un ascenso continuo de matriculados desde 2010. Si hace cuatro años la cursaban 2.739 personas mayores de 18 años, ahora la estudian 3.311.

Aunque parezca insignificante este crecimiento, es de gran importancia si se tiene en cuenta la preferencia de los estudiantes sevillanos -menores de 18 años- por la FP, que ya supera en número de alumnos al Bachillerato. Desde que estalló la crisis los ciclos formativos han incrementado las matriculaciones casi un 40%. En este curso dicha cantidad asciende a 28.468. El aumento coincide con los años de la crisis, periodo en el que la FP se ha convertido en una de las vías más seguras para la inserción laboral. De hecho, muchas empresas buscan empleados con una alta cualificación técnica, perfil más acorde con un alumno de la FP que con un universitario.

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