Sevilla

Los fondos para agilizar las obras no estarán disponibles hasta junio

  • La Gerencia debe aprobar el expediente en mayo y remitirlo al Consejo Consultivo, que tiene un mes para pronunciarse · Su autorización es necesaria para entregar el dinero

La singular tramitación del expediente administrativo para autorizar el segundo modificado del proyecto de la Encarnación es una muestra de los trucos con los que el gobierno local intenta disimular el impacto del enorme desfase de la obra. Dicho trámite se inició, en teoría, el 29 de enero. Ese día el entonces edil de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, remitía al Pleno un acuerdo en el que planteaba acometer una modificación de los presupuestos para reasignar el dinero necesario para cubrir la desviación presupuestaria de la plaza de la Encarnación. El importe de esa modificación se fijaba en "17 millones de euros". En público, Celis redondeó esta cifra hasta los 18 millones.

El problema es que esta cantidad no era sino una mínima parte de la desviación real. En concreto, la correspondiente a la madera. Una parte que ocultaba un todo. El expediente, sin embargo, no ha avanzado trecho administrativo alguno desde entonces. ¿El motivo? Para que la obra siga hace falta que contemple el cien por cien del importe que necesita Sacyr. Tal como reveló este diario, esta cantidad superaba los 25 millones de euros. Con el IVA, no incluido en los informes técnicos, se pone en casi 30 millones de euros. Como lo aprobado en Pleno no se ajusta a la realidad, el expediente tiene que volver a pasar de nuevo por el consejo de gobierno de Urbanismo, previo informe -todavía pendiente- del secretario municipal y del interventor. Este requisito también está pendiente de cumplir. Esto explica que, aunque oficialmente el tema estaba en vías de solución desde enero, casi cumplido el mes de abril las cosas, en líneas generales, siguen prácticamente igual. La obra continúa a ralentí. Y los fondos extraordinarios necesarios para darle un impulso al Parasol todavía no han salido de la caja de Urbanismo.

El gobierno local intentará contar con la autorización de los dos funcionarios municipales para que el expediente pueda volver a activarse a lo largo del mes de mayo. Si este calendario se cumple -cosa que depende de la Secretaría y de la Intervención- la modificación del presupuesto podrá entonces llegar al Consejo Consultivo. Este órgano autonómico debe informar forzosamente sobre la viabilidad de la operación porque supone un incremento del gasto superior en un 20% al presupuesto original, que es el límite contemplado en la normativa vigente. El Consultivo tiene un plazo para emitir su dictamen de un mes. Urbanismo intenta agilizar el calendario, pero lo cierto es que en el mejor de los supuestos su fallo podría no producirse hasta junio. En caso de que éste fuese afirmativo -lo cual está aún por ver- el expediente volvería al máximo órgano de gobierno de la Gerencia para su ratificación. Sólo entonces se liberaría el dinero para el sobrecoste de la obra. Esto es: en el mejor de los escenarios, la reactivación de la obra no sería una realidad hasta julio. Inicios del verano.

Mientras tanto, la remodelación de la Encarnación seguirá a ritmo menor. Los operarios que trabajan en la obra intentan avanzar en la construcción del mercado, que se quiere abrir antes del montaje del resto de las setas para diluir la impresión de ralentización. Otra cosa es que se pueda: la prudencia no aconseja abrir un espacio con gran intensidad de afluencia pública -un mercado- mientras se instala una estructura artificial cuya viabilidad todavía está en entredicho.

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