Sevilla

La investigación nace del golpe policial a la banda de los concesionarios

La operación que ha permitido desmantelar la red de traficantes que utilizaban el río para traer hachís desde Marruecos nace de otra investigación anterior. Fue la dirigida contra un grupo de delincuentes especializados en atracar concesionarios de coches de alta gama, que utilizaban armas de guerra.

En aquella investigación fueron detenidas seis personas y recuperaron siete coches. La Policía intervino además un subfusil-ametrallador tipo UZI, fabricado en Croacia y provisto de silenciador. La banda empleaba un modus operandi altamente especializado y utilizaba inhibidores de frecuencias de varias clases para las alarmas. Los robos tenían su particular "sello" por lo que se refiere a la forma de acceder a los concesionarios, ya que siempre los ejecutaban tras practicar un butrón en el techo de los establecimientos, lo que se conoce en el argot como el método del "rififí".

La organización desmantelada estaba compuesta por miembros que residían en Madrid, que formaban el núcleo de la banda, entre los que se encontraba el jefe, mientras que otros delincuentes vivían en Sevilla y se encargaban de la infraestructura logística, proporcionando varios pisos franco tanto en la capital como en el Aljarafe para que pudieran ocultarse una vez asaltados los concesionarios.

La investigación policial comenzó en enero pasado, cuando se cometieron los primeros robos, y desde el inicio de las pesquisas, los investigadores sospechaban que se trataba de un grupo de delincuentes que actuaba de forma itinerante, alternando regiones, provincias o incluso comunidades, con el fin de evitar su identificación.

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