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En cada parada, cita con la ilusión

  • El Sevilla busca en Cornellà mantener su magnífico tren ganador y asir el rol de rebelde en la segunda vuelta

  • La vuelta de Nasri, argumento de peso

Y ahora viene lo más difícil. Parafraseando a aquel inefable y ruidoso cantaor ambulante, que acompañaba su soniquete con un estruendoso y rítmico tamborileo en una lata, el Sevilla afronta ahora lo más difícil. Ha llegado a la cima, y quiere quedarse allí arriba, llueve o ventee. Una ventisca invernal con todos sus avíos, incluida esa guerra al insulto que ha puesto al Sevilla frente a todos, desde Javier Tebas y su más que discutible rasero y los jóvenes ultras sevillistas y su también muy discutible libertad de expresión, pasando, obviamente, por toda esa prensa de la capital que aprovecha cualquier resquicio para atizar en los costados del inesperado invitado al gran banquete de la Liga. Pero el Sevilla de Jorge Sampaoli, ajeno a esas belicosidades y bien pertrechado contra el frío, quiere seguir escalando el Everest, por la cara norte y en pleno invierno. Para ello cuenta con su fe en sí mismo, que lo ha llevado a colmar de ilusión cada cita, cada parada en el camino.

Claro que ese clímax de ilusión en cada parada tiene el peligro del anticlímax en cuanto se desinfle el globo. Hasta ahí anduvo previsor Sampaoli en la previa, al advertir que lo que más teme es que la frustración de no mantener las altísimas expectativas que se ha generado a sí mismo el propio Sevilla derive en una perjudicial pérdida de creencia en la idea. La idea, esa piedra angular del sampaolismo que hoy tiene otra cita consigo misma en Cornellà-El Prat.

El Espanyol sólo ha ganado en casa tres partidos: a Leganés, Sporting y Granada

Cinco victorias consecutivas, 15 puntos y 17 goles en las últimas cinco comparecencias ligueras, 42 puntos tras 19 partidos disputados... La mejor primera vuelta de la historia del Sevilla avala esa ilusión desbordada que necesita cada fin de semana otro toquecito de sifón para que no se baje el gas carbónico a la sugerente bebida. El sevillismo la está saboreando con fruición, con la lenta percepción del paladar que da verse eliminado de la Copa y sin nada que llevarse a la boca entre semana, por ahora, que ya llegarán esos octavos de final de la Liga de Campeones.

Entretanto, el disfrute de la Liga requiere tomarse en serio cada trago, ir con el alma a cada sorbo, no dejar que se escape ni una de las sensaciones que está dejando este equipo que enamora a su gente como no se había visto en años. ¿Quizá desde la mejor fase de aquel Sevilla que disputó la Liga a los mismos gigantes? Sampaoli está mejorando aquellos números y, para bien o para mal, no tiene que dividir esfuerzos como sí hizo Juande con la Copa, lo cual le permitirá sacar hoy lo mejor que tiene, con el regreso de Nasri como mejor argumento.

Tras la remontada en Pamplona, el Sevilla inicia la segunda vuelta con otro partido a domicilio, ante un rival también presuntamente inferior, aunque eso hay que demostrarlo en el campo. El Espanyol del Quique Sánchez Flores y Reyes parece un rival bastante más hecho y peligroso que este Osasuna que parece abocado a un nuevo descenso. Y como sube el nivel del rival, también sube el de una convocatoria a la que vuelve un hombre que no estuvo en El Sadar por molestias.

Nasri se suma a los argumentos de peso de este Sevilla y su vuelta al equipo es la gran incógnita después de ver el gran desempeño que tuvo el equipo sin él. ¿A quién debe quitar Sampaoli para darle entrada al creador de juego? ¿Al goleador Iborra? ¿Al emergente Jovetic? Teniendo en cuenta que el partido es a domicilio y a sabiendas del carácter que imprime el capitán Iborra, protagonista principal en dos de las victorias del Sevilla como visitante en esta última gran racha, parece lógico que Jovetic espere su turno en el banquillo. De esta forma, además, podría ofrecerse como un recurso de garantías saliendo al partido en frío, como ya demostró con sus dos primeros goles al Real Madrid, en la Copa y en la Liga. Todo esto si Sampaoli decide que Nasri juegue, aunque los galones del francés son muy elevados como para calentar banquillo...

Enfrente estará un Espanyol que zanjó ante el Granada una mala racha en la que había sumado solamente un punto de nueve. El Granada, ese otro rival que apenas recorta puntos a ningún contrincante, calmó un tanto las aguas en Cornellá, pero eso no quiere decir que vaya a ser tarea fácil para el Sevilla no ya puntuar, sino sacar los tres puntos en juego.

El Espanyol tiene bastante repartido el puntaje entre sus partidos de casa y los de fuera. De hecho, ante su gente sólo ha ganado tres partidos en la primera vuelta, ante rivales débiles: Leganés, Sporting y Granada. Todo lo demás han sido cinco empates y dos derrotas, frente a Real Madrid y Celta. La lógica de la clasificación parece ser certera en Cornellá, donde el Sevilla quiere imponer la lógica de su idea. Ya saben, ser protagónico, jugar sin ataduras, disfrutar y pelear hasta el final por el triunfo... Es la ilusión de cada cita y toca mantenerla, justo lo más difícil.

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