Óscar (dinamita) Puente

El ministro comprobaría cómo viajan los andaluces en esos espantosos trenes de segunda que nos regaló Extremadura

Óscar Puente

Óscar Puente / Dpto. de Diseño

ÓSCAR Puente no hace honor a su apellido porque le encantan los cartuchos de dinamita. Cuando exhibe sus colmillos, nos recuerda al amigo que siempre acaba metido en líos al final de la noche, porque tan pronto choca con el portero de la discoteca, como con el camarero. Algo parecido le sucede al flamante ministro de Transportes, en su papel de villano: 'De qué se trata, que me opongo'. No es que le guste discutir, es su carácter. Si pasa un día sin provocar al rival o sin bloquear a nadie en las redes sociales, no es capaz de conciliar el sueño. Su última víctima ha sido Juanma Moreno, que tuvo la feliz idea de preguntarle por el choque de dos trenes en Málaga y por el descarrilamiento de otro en Cádiz. ¿Quién se ha creído que es?, se preguntó el portavoz favorito de Pedro Sánchez. Por si no está ya bastante tensionado el ambiente con su Puigdemont y su Junqueras y su Bildu y sus vicepresidentas a garrotazo limpio y sus podemitas y su oposición amurallada, el líder del PSOE ha dado rienda suelta al campeón de Europa de la bordería. Por lo visto la concordia también era eso.

Moreno se atrevió a pedirle con respeto que analizara la red ferroviaria de Andalucía para reclamarle más parné, porque las inversiones de los últimos años son del todo insuficientes. Como los catalanes y vascos, pero sin chantaje ni amenazas. Y para no defraudar a su afición, Puente agarró el móvil y, como si se lo mandara el médico, le replicó a los cuatro vientos que metiera las narices en sus asuntos. Menos mal que no le preguntó por el tren de la Costa del Sol o el corredor Mediterráneo o el desdoble de la costa gaditana. Saltarían chispas. El nulo respeto por las formas del ministro más caciquil sólo fue comparable a su falta de pudor al achacar el accidente a un error humano.

El PSOE andaluz lo ha invitado a venir por estas tierras, y elija el transporte que elija, verá que Juanma no exagera. Andalucía sigue como cuando le metimos 12-1 a Malta y en la Expo'92: a la cola. Si Puente llega en tren podría quedarse tirado un par de horas, pero la experiencia le serviría para saber cómo se sienten los andaluces que viajan en trenes de segunda tan espantosos, que nos los regalaron los extremeños porque eran pura chatarra. Nuestros Cercanías, por el contrario, se los llevaron a Cataluña, a cambio de otros de menor longitud. Y si en hora punta algún estudiante se queda en tierra que sea en Andalucía, que aquí se vive muy bien. No pasa . El señor Puente también puede preguntar por el AVE y verá que no es ni la sombra de lo que fue. Pero para pisar fuerte, que suba a un media distancia entre Jaén y Cádiz, a riesgo de caer en la depresión. Un día llegará puntual y no habrá nadie en el andén. Y si quiere ponerse en la piel del andaluz de verdad, nada como conducir en verano por el litoral o cruzar Sevilla y morirte de pena en la SE-30. Eso sí que es bonito. Igual Puente no es tan dóberman como lo pintan. Pero que no olvide que también es ministro de Andalucía.

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