Amanece el Black Friday, otra importación que el papanatismo imperante hace de los Estados Unidos de América. Y lo importamos sin tocar para nada su imagen de marca, Black Friday, y no castellanizándolo para entendernos mejor. En Yanquilandia surgió este Viernes Negro como una especie de antídoto con el que paliar el gasto del día anterior, en que todo yanqui que se precie tira la casa por la ventana en la celebración del día de Acción de Gracias, ese día en que se produce el mayor genocidio de pavos del año. Por cierto, que en vez de paliativo lo que se produce es una incentivación del gasto bajo el señuelo de la rebaja. Por sexto año, en esta tierra de garbanzos se celebra el Viernes Negro, llega sin necesidad de que se haya ejecutado a pavo alguno el día anterior y ya verá usted cómo en breve pasará como Halloween, convertido ya en una tradición de toda la vida.