Continuidad del núcleo duro de la era Joaquín Luque y superioridad de las mujeres y de los docentes de las carreras científico-técnicas. Así se podría resumir la propuesta de equipo de gobierno para la Universidad de Sevilla que presentó ayer en la Facultad de Física el único candidato a sentarse en el sillón rectoral los próximos cuatro años, Antonio Ramírez de Arellano.

Aunque todavía hay que pasar por el trámite de una campaña y unas elecciones (el próximo día 23 de febrero) en las que habrá que luchar contra el fantasma de la abstención y la desidia que suele caracterizar los procesos electorales sin competencia, se puede decir con casi absoluta seguridad que el presentado ayer será el equipo que dirigirá la Hispalense hasta las próximas elecciones en 2016. El principal objetivo de este grupo de 14 docentes será, según Ramírez de Arellano, "consolidar los logros anteriores y avanzar en la excelencia y el reconocimiento internacional" de la Universidad de Sevilla.

El carácter continuista del equipo es innegable, algo que, por otra parte, enorgullece a Ramírez de Arellano, uno de los hombres de confianza del todavía rector Joaquín Luque. Repiten en sus cargos Concepción Horgué (Secretaría General), Miguel Ángel Castro (Ordenación Académica), Elena Cazo Bazaga (Vicerrectorado de Profesorado), Manuel García León (Vicerrectorado de Investigación), Ramón González Carvajal (Vicerrectorado de Transferencia Tecnológica), María Teresa García (Vicerrectorado de Relaciones Institucionales) y Concepción Fernández (Centro de Iniciativas Culturales). Otras caras, como Julia de la Fuente, actual vicerrectora de Docencia (área que desaparece) pasará a controlar el Vicerrectorado de Estudiantes, cuya actual responsable, Rosario Rodríguez, no formará parte del equipo de Ramírez de Arellano.

También desaparece el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales (en manos de Lourdes Munduate), que se transforma en el Vicerrectorado de Internacionalización, el cual será dirigido por Carmen Barroso Castro. De nueva creación serán el Vicerrectorado de Posgrado, para el que se propone a Carmen Vargas Macías; el Centro Internacional, con Enrique López Lara (de este organismo dependerá Andalucía Tech) y un área de Servicio Sociales y Comunitarios, que será dirigido por Ana López Jiménez.

Sin embargo, la gran incógnita era quien iba a sustituir a Ramírez de Arellano al frente del Vicerrectorado de Infraestructuras, el área que tendrá que enfrentarse al gran y más urgente problema que solucionar: la biblioteca universitaria del prado. Finalmente, el candidato a rector ha optado por alguien de la casa que conoce bien el problema: Pastora Revuelta Marchena, actualmente directora del Secretariado de Infraestructuras.

"Son buenos docentes, investigadores y con capacidad de gestión, además de mostrar una actitud de entrega y de servicio social", piropeó Ramírez de Arellano a su equipo. Según el actual vicerrector de Infraestructuras, pese a la "coyuntura de incertidumbre" a la que, sin duda, tendrá que enfrentarse su gobierno universitario, se emplearán en realizar un "proyecto abierto, realista y con profunda vocación académica". Consciente del debate que ya se está dando en la política y los medios sobre la utilidad y costes de los organismos públicos, Ramírez de Arellano fue tajante al asegurar que su equipo hará una "insobornable apuesta por lo público".