Acto previo al Día de la Mujer

De cigarreras y feminismo

  • La ministra de Igualdad Irene Montero ha hablado este jueves en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla de las políticas de su ministerio con lleno total y sin padecer el escrache de Pablo Iglesias el día antes

La ministra de Igualdad, Irene Montero, minutos antes de dar su conferencia en la Fábrica de Tabacos de Sevilla.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, minutos antes de dar su conferencia en la Fábrica de Tabacos de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

A pocos días para la gran manifestación feminista del 8 de marzo e invitada por el Forum Política Feminista de Sevilla, la ministra de Igualdad Irene Montero viajó este jueves a la capital andaluza para hablar de la alianza feminista en la antigua Fábrica de Tabacos, sede central de la Universidad de Sevilla. Y sorprendió a los presentes cuando confesó que desconocía el origen de este edificio del siglo XVIII que fue el lugar de trabajo de las famosas cigarreras, inmortalizadas en la ópera Carmen.

"La extrema derecha nos ataca porque el feminismo va a la raíz de la organización social", ha afirmado la ministra Irene Montero

Montero comenzó su conferencia con la referencia a las cigarreras, de quien elogió que estuvieran entre las primeras mujeres en conquistar derechos para conciliar su vida familiar con el trabajo y que se organizaran “con características propias de la lucha feminista”.

Es el primer acto fuera de Madrid que organiza su ministerio para desgranar la agenda de políticas de igualdad del Gobierno de España. Kechu Aramburu, la presidenta del Forum Política Feminista de Sevilla, explicó que había elegido el Paraninfo de la Universidad de Sevilla como enclave para este acto por ser “un lugar que representa la lucha antifascista”. Y la directora para la unidad de la igualdad de la Universidad de Sevilla, Rosa María Casado, defendió que la institución universitaria está muy comprometida con la igualdad.

Kechu Aramburu junto a Irene Montero en el Paraninfo. Kechu Aramburu junto a Irene Montero en el Paraninfo.

Kechu Aramburu junto a Irene Montero en el Paraninfo. / Juan Carlos Vázquez

Para evitar escraches o incidentes de cualquier naturaleza a la ministra, la entidad organizadora llenó el salón por completo de asistentes de diversas organizaciones feministas y afines mucho antes de las 12:00, la hora prevista de la intervención de Irene Montero, y dejó fuera a decenas de personas ajenas a esas organizaciones que esperaban para entrar en una larguísima cola que llegaba al segundo patio de la Universidad.

Justo el día antes, Pablo Iglesias, marido de Montero y vicepresidente segundo del Gobierno, sí sufrió un escrache en la Universidad Complutense de Madrid por parte de una veintena de jóvenes de extrema izquierda. Montero restó importancia a este boicot a Iglesias a preguntas de los periodistas, antes de pronunciar su conferencia. “Es muy normal que los estudiantes hablen cuando tengan demandas”, declaró Montero y argumentó que es normal esa reacción estudiantil porque la Universidad es el centro de pensamiento y de creación de ideas, y que Iglesias pidió que se diera la palabra a esos estudiantes.

Adela Castaño, edil de Juan Espadas, charla con la ministra al final del acto. Adela Castaño, edil de Juan Espadas, charla con la ministra al final del acto.

Adela Castaño, edil de Juan Espadas, charla con la ministra al final del acto. / Juan Carlos Vázquez

En su conferencia, Montero arremetió contra la extrema derecha, a la que acusó de querer acabar con el movimiento feminista. Atribuyó “la reacción feroz de la extrema derecha” contra el feminismo a la lucha de este movimiento por transformar la organización de la sociedad actual desde su raíz, con reivindicaciones como que las tareas de cuidado que desempeñan en su mayor parte mujeres se consideren como parte de la riqueza productiva del país.

La ministra también acusó a la extrema derecha de crecer cuando lo público se reduce y lo común se hace más pequeño y de no entender que “el feminismo propone modelos de sociedad completamente diferentes, sociedades más igualitarias donde lo común sea más grande”.

Montero venía acompañada por uno de sus hijos, al que cogió en brazos al acabar el acto, y con buena parte de su equipo

Y concluyó señalando su deseo de que este ministerio sirva para dejar un legado más feminista, más justo y mejor para las mujeres.

Al cierre del acto sonó el himno contra las agresiones machistas La Puerta violeta, de la cantante Rozalem. El auditorio se lanzó a hacerse fotos con la ministra, a saludarla y a plantearle peticiones. Montero venía acompañada por uno de sus hijos, al que cogió en brazos al acabar el acto, y con buena parte de su equipo.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, abandona la Fabrica de Tabacos con su hijo en brazos. La ministra de Igualdad, Irene Montero, abandona la Fabrica de Tabacos con su hijo en brazos.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, abandona la Fabrica de Tabacos con su hijo en brazos. / Juan Carlos Vázquez

“La mala educación” de Cayetana

La ministra de Igualdad, Irene Montero, respondió este jueves a la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que sus declaraciones son la “mayor prueba” de que existen las clases sociales, y subrayó que “ni le han enseñado educación ni respeto”.

“Es mejor venir, como yo, de una familia humilde que me ha dado una buena educación, que tener un buen apellido y que no te enseñen ni educación ni respeto”, zanjó Montero.

La ministra reaccionaba así, a preguntas de periodistas antes intervenir en Sevilla en el acto feminista en la Universidad, a las declaraciones de Álvarez de Toledo, quien dijo que “si a mi marido vicepresidente (Pablo Iglesias) se le ocurriera salir en mi defensa cual macho alfa para protegerme de las críticas de un colega de Gobierno, lo mandaría a dormir al sofá o a la tinaja que tienen al lado de la piscina con forma de riñón”.

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