Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Amelia Valcárcel vota a Feijóo

Amelia Valcárcel.

Amelia Valcárcel.

IRENE Montero ha causado mucho daño a las expectativas socialistas, Pedro Sánchez lo va reconociendo en este carrusel televisivo con el que sustituye a la campaña electoral clásica, que ya venía siendo más de calle que de mítines. Hay gente, hay hombres, según confiesa el presidente, que han reaccionado ante algunos postulados radicales de la ministra de Igualdad. Lo conocía Yolanda Díaz, que ha vetado a Montero en sus listas en una decisión que respalda el 60% de los sondeados en la encuesta que este diario publica hoy.

Una de las mujeres referentes del feminismo en España, quizás la más sabia de éstas, la filósofa Amelia Valcárcel, ha dado su apoyo a Alberto Núñez Feijóo como posible presidente del Gobierno. Valcárcel es socialista, preside una asociación feminista con esa marca ideológica, y ha estado muy vinculada al PSOE, hasta que las leyes de Montero le distanciaron del Gobierno de Pedro Sánchez. Como reacción a su oposición a la ley trans, el PSOE la sacó de su puesto del Consejo de Estado.

Según Valcárcel, sólo por el apoyo que el PP prestó al PSOE para reformar la ley del sólo sí es sí merece la pena confiar en que Feijóo aplicará políticas feministas eficaces. Porque, según la filósofa, el PP podría haber dejado que siguiesen aumentando las rebajas penales y excarcelaciones de los beneficiados por la ley hasta que el Gobierno se pudriese. En su decálogo al candidato, le pide una reforma en profundidad a la ley trans, que muchas feministas consideran un menosprecio a la propia consideración de mujer.

Como Amelia Valcárcel, la extremeña María Guardiola han venido a salvar la cara a Feijóo en unos momentos en los que los acuerdos con Vox en Valencia y Baleares estaban abochornando a muchos, no por la razón de acordar, sino por la elección como presidentes de las respectivas asambleas autonómicas de tipos xenófobos, homófobos, negacionistas de la violencia machista y seguidores de teorías conspiranóicas como la del Gran Relevo.

En la campaña de las elecciones generales de 1993, José María Aznar hizo grandes esfuerzos por centrar a su partido en una estrategia que funcionó, a la postre, pero que fue un alarde de travestismo, eran los tiempos en que leía a Azaña, visitaba a Alberti y hablaba catalán en la intimidad. Alberto Núñez Feijóo es el líder de un PP que ya está en el centro, él mismo votó a Felipe González en 1982, pero Vox le puede arruinar tal como Irene Montero lo ha hecho con el PSOE.

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