Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Puigdemont con todos sus avíos

Carlos el Perdonado ha refundado su partido en un galimatías, del pujolismo sólo le quedaba Turull, pero éste le reza al Gran Poder Los pueblos más felices de España son andaluces, pueblos prémium Cuba, patria o muerte, una redundancia

Jordi Turull, este jueves en Sevilla para ver al Gran Poder.

Jordi Turull, este jueves en Sevilla para ver al Gran Poder. / CN

LA mitad de los votantes socialistas del PSC no le agrada la amnistía, los vecinos del distrito barcelonés de Nou Barris habían votado al PSOE de Felipe González pero se abstenían cuando llegaban las elecciones autonómicas, la Generalitat era cosa de los catalanes, Pascual Maragall tiró de ellos pero fue Inés Arrimadas quien conquistó el alma charnega, y ahora Salvador Illa intenta recuperarlos, a pesar de que, en efecto, no les gusta el favor que el Gobierno le ha hecho a Carlos el Perdonado. Nou Barris son 13 barrios de aluvión del sur, hay una plaza dedicada a Blas Infante y, aunque sus generaciones son distintas a las que emigraron en los años sesenta, son catalanes de pleno pero no rufianes.

Illa ha girado. El Gobierno de Pedro Sánchez envía al Tribunal Constitucional una iniciativa del Parlament para declarar otra vez la amnistía. Casi no hacía falta porque la legislatura se ha acabado, pero la factoría de Moncloa, que es la mejor informada de España, ha llegado a la conclusión de que hay que enseñar algo de dientes a los independetistas. Sánchez recibe cada día las dos o tres palabras que más se repiten el país, y ninguna de ellas es la amnistía.

Estas elecciones catalanes no van de eso , allí es una pantalla pasada, lo que preocupa en Cataluña es la mala gestión de la sequía que ha hecho ERC, del mismo modo que lo que le está pasando factura al PNV es el deterioro de la otrora brillante sanidad vasca. Hasta Bildu se ha guardado la bandera de la independencia y anda clamando por más viviendas para la gente.

Carlos el Perdonado ha refundado su partido en un galimatías, es Puigdemont con todos sus avíos, que suena a nombre de cuarteto gaditano. La formación se llama Junts + Puigdemont per Catalunya, como si Junts no fuese otra cosa que él. Sólo tenía a Jordi Turull como heredero del pujolismo, pero su número dos le pide al Jesús del Gran Poder en vez de a la Moreneta. Las cosas que se ven en San Lorenzo, la normalización catalana como aperitivo antes del croqueteo en Casa Ricardo.

Puigdemont ha reunido junto a su sigla a un grupo de partidos insignificantes en su delirio de pasar a la historia como Tarradellas, pero no hay nada trasversal en él, pelea con ERC por el segundo puesto, mientras Salvador Illa corrige el tiro para asegurarse más de 40 escaños. Sostienen que ese resultado sería diabólico para Pedro Sánchez, pero no se engañen, lo diabólico es no gobernar, con ese grupo parlamentario Illa entra en la Generalitat y ya se verá si es con los republicanos, con Junts o en solitario, como el alcalde de Barcelona.

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